Los avances científicos médicos y tecnológicos han transformado la experiencia del embarazo de hoy en día. A pesar de todos estos medios técnicos disponibles que nos proporcionan información diagnóstica, el embarazo sigue estando ligado a numerosos mitos y leyendas urbanas, llevando, en algunas ocasiones a las embarazadas, a adoptar comportamientos erróneos e innecesarios.
En muchos casos los mitos provenientes del “boca a boca” resultan inofensivos e incluso divertidos y entretenidos, en estos casos escuchar a la “vecina de turno” o a la tía la predicción del sexo del bebé, nada tiene de malo. Sin embargo, puede resultar perjudicial, en algunos casos, si se recomienda a una embarazada, por ejemplo:- No hacer caso de las prescripciones médicas y establecer como buenas las aconsejadas que puedes ser nocivas (hierbas, drogas…) –Si los comentarios producen en la embarazada estados de estrés y ansiedad debido al temor por la salud del bebé.
Mitos más frecuentes sobre el embarazo
• La forma de la tripa determina el sexo del bebé. Muy extendido hoy en día en la cultura popular, que la tripa en pico equivale a un varón y la tripa redonda a una mujer.
Falso: la forma del vientre depende de factores como la propia constitución de la mujer, el tamaño y la posición del feto.
• La cara de la embarazada nos indica si es niño o niña. Una vez la embarazada decide compartir la noticia de embarazo, aparecen por doquier predicciones: “Estás muy guapa; tienes cara de niño”. Si no estás hermosa es que será niña.
Falso: Cada mujer sufre modificaciones diferentes durante su embarazo. Si dicen que será niño por lo sonrosada y guapa que la perciba la gente, puede que acierten en su pronóstico pero…. puede que no.
• Los bebés de mucho pelo provocan ardores a la madre. Es uno de los mitos más extendidos. Hoy en día tras un parto, y al descubrir la cabecita de su bebé poblada de pelo, en muchas ocasiones, se sigue señalando como el causante de los ardores acaecidos mucho antes de que ese precioso pequeño tuviera pelo dentro del útero.
Falso: El que el bebé nazca con mucho pelo se deberá probablemente a la genética, y nada tiene que ver este hecho con la acidez y ardores sufridos por su madre durante su embarazo.
Los ardores en esta etapa son provocados por diferentes causas: por un lado la acción de las hormonas que provocan digestiones más lentas, y por otro lado el aumento del tamaño del útero, lo que provoca el desplazamiento de los intestinos y el estómago.
• Durante el embarazo hay que comer por dos. Falso: No hay que comer “por dos” sino comer “para dos”, es decir, seguir una dieta sana equilibrada y muy variada.
• Fecha probable de parto: luna llena. Es otro de los mitos más arraigados.
Falso: No hay ninguna base científica en esta afirmación. Los partos se suceden indistintamente en luna llena, cuarto creciente y luna nueva.
• Los antojos provocan marcas de nacimiento. Falso: No hay base científica que relacione la no satisfacción alimentaria con la aparición de una mancha de la forma de lo deseado. Muchos bebés suelen nacer con manchas: manchas mórficas, hemangiomas… que la mayoría desaparecen con el tiempo.
• Está prohibido teñirse el pelo. Falso: Se recomienda precaución, el cuero cabelludo de la embarazada está más sensible y algunos componentes del tinte pueden provocar irritación.
• Mejor “sietemesino” que “ochomesino”.Falso: Cuanto más avanzado esté el embarazo más maduro será el bebé y mejor preparado para la vida extrauterina.
Una mujer embarazada, salvo en embarazos de riesgo, puede y debe hacer una vida normal. Estos mitos sin ninguna base científica, puede crear miedos infundados y convertir el día a día en algo restrictivo y agotador.