La parálisis cerebral infantil es un término diagnóstico usado para describir un grupo de síndromes motores causados por lesiones en el cerebro en desarrollo. Si bien se ha considerado históricamente una encefalopatía estática, este término es hoy día inexacto por el reconocimiento de que los rasgos neurológicos a menudo cambian o progresan en el tiempo.
Comprende una variedad de manifestaciones clínicas causadas por una lesión cerebral o una anomalía del desarrollo adquirida durante el periodo prenatal, neonatal o la primera infancia.
Esta entidad fue descrita por primera vez por el cirujano ortopédico inglés William John Little en 1853 y definida acertadamente por Bax como un “desorden no progresivo del movimiento y la postura debido a un defecto o lesión en el cerebro inmaduro”. A pesar de que la lesión cerebral es definitiva, no variable y no progresiva el cuadro sensorio-motor (los efectos o consecuencias) si lo son, pueden cambiar con el tiempo y evolucionar ya que se produce un desarrollo anormal con compensaciones y respuestas anormales.
Después de que se instaurase la vacuna de la poliomielitis a mediados del siglo XX, la parálisis cerebral se ha convertido en la causa más frecuente de discapacidad infantil.A pesar de los avances que se han ido consiguiendo en el área de la salud para prevenir y tratar ciertas causas de la PCI, el porcentaje en los últimos 30 años sigue siendo el mismo. Se ha observado que los países con poblaciones de bajo peso al nacer existe una tendencia a aumentar la prevalencia de casos con parálisis cerebral y una reducción de la tasa de mortalidad de los niños prematuros.
Causas
No se puede decir que la PCI tenga solo una causa, se debe a varios factores que tienen lugar antes, durante o después del nacimiento, dentro de los tres primeros años de vida.
a) Causas prenatales (durante el embarazo) 90-95%. Infecciones, genéticas, mal desarrollo del sistema nervioso central (SNC), lesiones fetales (accidente cerebro vascular), edad avanzada de la madre o embriopatías entre muchas otras.
b) Causas perinatales: anoxia (10%), prematuridad, desprendimiento de la placenta y hemorragias intracraneales.
c) Causas postnales (después del parto hasta los 3 años de vida) enfermedades infecciosas, accidentes cardiovasculares, traumatismos, meningitis y trastornos metabólicos.
Paralisis cerebral espástica
Es la más frecuente (70%). Desde el punto de vista del área de la lesión, la PCI espástica se produce a nivel de la vía piramidal. Se pueden clasificar en cuadriplejía, diplejía o hemiplejía, atendiendo a la distribución del tono postural y podemos también clasificarlo en severa, moderada o ligera atendiendo a la calidad del tono.
En general, son niños miedosos e inseguros, saben que su movimiento no es muy efectivo y que tienen dificultades para ajustarse, pueden llegar a hacerse muy pasivos, dependiendo del grado de afectación.
Problemas asociados comunes. Debido a que es probable que el daño cerebral sea generalizado, pueden existir otros problemas neurológicos.
• Motores: postura y movimiento.
• Sensoriales.
• Propioceptivos: muy ligados a la calidad del tono.
• Vestibulares: son niños que manejan muy mal el espacio, toleran mal ciertas posiciones…
• Sensitivos cutáneos: rechazo hacia determinados estímulos o texturas. Estos rechazos pueden provocar respuestas patológicas a la hora de la alimentación o al contario algunos niños no tendrán ninguna respuesta y no podrán masticar.
• Auditivos y Visuales.
• Comunicación y lenguaje.
• Emocionales y sociales.
• Epilepsia.
• Emocionales: pueden producirse problemas de vínculo temprano, alteración de los patrones de sueño y alimentarios.
• Deficiencia mental y cognitiva.
• Problemas respiratorios.
¿Qué es la Hipoterapia?
Se realiza desde hace más de 30 años, en el tratamiento de PCI, en patologías como daño cerebral adquirido, lesiones medulares, retraso psicomotriz en la esclerosis múltiple.
Dentro de la terapia asistida por caballos hay que diferenciar 3 conceptos claves:
Hipoterapia: es el caballo quien actúa sobre el paciente o jinete y no el paciente sobre el caballo. Este tratamiento se puede utilizar con pacientes con PCI, lesiones medulares, ataxias, amputaciones, etc. En las sesiones el caballo es dirigido por un experto de equitación terapéutica y marca el ritmo del caballo; el caballo se desplaza al paso y al trote pero nunca al galope ni a saltos. La marcha del caballo se adapta al objetivo que queremos conseguir y las sesiones duran unos 15-20 minutos donde podemos trabajar las reacciones de enderezamiento, el equilibrio, normalización del tono, etc.
Hípica terapéutica: Persigue objetivos más psicológicos y pedagógicos. El paciente con problemas de atención se suele interactuar más con el medio. El caballo se puede desplazar al paso, trote o galope y las sesiones duran un máximo de 40 minutos.
Equinoterapia: Cuando la práctica de la actividad ecuestre no tiene programada una intervención terapéutica, sino que tiene como fines de ocio y tiempo libre.
Hay más de 700 centros de hipoterapia en EEUU. Ha sido reconocida a nivel internacional por la OMS. En España en la mayoría de comunidades existen centros de hipoterapia pero son países como Francia, Gran Bretaña o EEUU que está institucionalizado y regulado. El caballo ha demostrado su eficacia en trastornos neurológicos debido a que presenta una característica muy importante que es su marcha, se asemeja mucho a la de los humanos en el movimiento de anteversión y retroversión pélvica. El caballo trasmite al paciente unos 90-110 impulsos por minuto generando reacciones posturales en el tronco que llevan a una mejoría de la postura, equilibrio y espasticidad. Gracias a esto se consigue una mejora en la realización de las AVD. (Ver Figura 1)
Figura 1. Ejemplo de posiciones usadas en hipoterapia. Imagen extraída de Bertoti et al. 1988
Debido a la eficacia y beneficios de este tratamiento, se han empezado a crear simuladores de sillas de montar para solucionar los problemas económicos, meteorológicos y adquisitivos que tenían los centros de hipoterapia utilizando estos simuladores:
• Estructuras tipo Karaduri: Transmiten al niño la sensación de movimiento y cambios de ritmo como si fueran en un caballo mediante movimientos oscilantes de subida, bajada, avance y retroceso. (Ver Figura 2)
Figura 2. Estructura Karakuri. Imagen extraída de Herrero P. 2012
• Estructuradas basadas en hexápodos: plataformas paralelas que permiten mayor capacidad de movimiento y ajuste para movimientos precisos. Actualmente es la más útil y más accesible.
• Tecnologías con mecánica particularizada: Se trata de un asiento que simula los movimientos del caballo, como ventaja peso menor del normal favoreciendo su manejo; como desventaja apenas se pueden cambiar los parámetros de movimiento y velocidad.
Sin embargo, el método de hipoterapia clásica es más efectivo que un asiento de montar artificial al conseguir una normalización del tono muscular y tras la revisión de diferentes estudios al menos 8 semanas de tratamiento hipoterapia se consiguen grandes mejoras de control postural, estabilidad, equilibrio y una disminución del gasto energético.