No hay una sola causa para la aparición de varices. Por ello, lo primero y más importante es acudir a una Consulta especializada de Cirugía Vascular. Un diagnóstico correcto le va a permitir acceder a la modalidad de tratamiento más adecuada y que mejor se adapta a su problema particular.
No es lo mismo las pequeñas “arañitas vasculares”, que las varices de cierto calibre. Del mismo modo, es especialmente importante el estado de los ejes safenos, cuya afectación sólo se puede constatar a través de la realización de una ecografía/Doppler venosa en color.
La mayor parte de las consultas son motivadas por el aspecto estético de las varices. Sin embargo, las varices son el reflejo de un problema circulatorio. Hay una lesión de las válvulas venosas que impide el correcto retorno de la sangre de las piernas hacia el corazón. Esto se conoce como insuficiencia venosa.
Las varices pueden ser asintomáticas durante años. No obstante, lo más habitual es que produzcan dolor, cansancio, pesadez, picor, etc. Sus complicaciones más frecuentes son las flebitis o las hemorragias. Aunque no haya síntomas, el problema circulatorio existe, así como el riesgo de complicaciones.
La esclerosis con microespuma
Hay dos grandes formas de tratar las varices.
El tratamiento quirúrgico. Supone su extirpación. Requiere anestesia raquídea o general, la realización de incisiones y, dado que es un tratamiento relativamente agresivo, implica la necesidad de un período de recuperación de aproximadamente 6 semanas.
La esclerosis con microespuma es una alternativa a la cirugía sin los inconvenientes de ésta. Consiste en la inyección de un agente esclerosante en el interior de las varices. Ello produce su cierre y paulatina desaparición. Requiere un número variable de sesiones en función del calibre de las varices, su número, etc.
Cuando en la Consulta se objetiva insuficiencia de la safena interna y/o externa, la forma más rápida y eficaz de administrar la microespuma es el catéter Clarivein. Se usa un agente esclerosante similar. Pero se introduce la microespuma a través de un catéter, que gira dentro de la vena a gran velocidad. La suma del efecto químico de la esclerosis con el mecánico de la rotación del catéter permite eliminar un eje safeno insuficiente en una sola sesión. Posteriormente, habrá que tratar las colaterales permeables a través de sesiones de microespuma.
En cualquiera de estos dos casos, no se requiere anestesia (o sólo local), no hace falta ingreso puesto que son procedimientos ambulatorios, ni existe período de recuperación. El paciente puede incorporarse a sus actividades habituales nada más finalizar el tratamiento.
En definitiva, la microespuma ofrece unos resultados similares al tratamiento quirúrgico, pero con una agresividad mucho menor y sin tener que interrumpir las actividades habituales del paciente.