Desde que, en el siglo pasado, el descubrimiento de los grupos sanguíneos y Rh, propiciaran el inicio de transfusión moderna, hasta nuestros días, donar sangre se ha convertido en una necesidad real para salvar o mejorar la calidad de vida de muchas personas.
En Navarra somos muy afortunados de contar con un importante número de personas dispuestas a donar su sangre periódicamente y así poder atender las necesidades de nuestro sistema sanitario, pero siempre vamos a precisar de personas que se incorporen a esta labor para asegurar no sólo las transfusiones actuales, sino también las futuras.
La sangre humana sigue sin poder fabricarse y por este motivo sólo las personas somos la fuente de suministro para atender operaciones, cirugía de reposición, anemias, trasplantes de órganos, accidentes, tratamientos contra el cáncer, partos complicados…
El envejecimiento de la población nos indica que en un futuro no muy lejano disminuirán las personas que por edad puedan ser donantes de sangre y, sin embargo, aumentarán las necesidades de componentes de la sangre porque cuanto mayores somos, más posibilidades tenemos de necesitar una transfusión.
Necesitamos donantes de sangre altruistas y comprometidos para afrontar los retos actuales porque nos encontramos en un momento transcendental en la historia de la donación, casi tan importante como lo fue la segunda década del siglo XX.
En aquellos inicios necesitábamos simplemente que las personas donaran su sangre y conseguimos ser autosuficientes en glóbulos rojos, pero ahora las nuevas terapias y tratamientos requieren mayor cantidad de algunos componentes de la sangre como son el plasma y las plaquetas y para conseguirlos en la cantidad necesaria, la donación por el sistema de aféresis se está convirtiendo en la mejor opción.
Una donación de aféresis consiste en pinchar la vena del donante y conectarla a una máquina (separador celular), coger pequeñas cantidades de sangre en varios ciclos y las pasa por la máquina que separa y selecciona el componente que se necesite en cada momento devolviendo el resto al donante.
No es un sistema nuevo, llevamos muchísimos años realizándolo, pero últimamente ha adquirido una importancia vital para conseguir todos los componentes sanguíneos que necesitamos.
Las condiciones básicas para donar sangre siguen siendo las mismas: Personas mayores de 18 años, con más de 50Kg de peso, buen estado de salud y ganas de participar en un proyecto humano y solidario que todos los años salva miles de vidas humanas.
A partir de ahí pasar por cualquiera de los puntos de donación de Navarra. El día que vayamos a donar no acudir en ayunas e hidratarnos bien tanto antes como después de donar.
¿Te apuntas a salvar vidas? www.adona.es