Tratamiento con CPAP para pacientes con SAHS


Itziar Peña Gil, Amanda Bailo Ruiz de Eguilaz, Paula Matías Díaz, Chesús Lanaspa López y Laura Bagüeste Bellosta.

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Durante el sueño, se produce una mayor relajación de los músculos que se encargan de mantener abierta la vía aérea. Cuando este mecanismo falla, la vía aérea se cierra total o parcialmente y es entonces cuando el paciente puede dejar de respirar durante al menos 10 segundos de manera repetida a lo largo de la noche.

Esto es lo que se conoce como «apnea del sueño«. Estas interrupciones involuntarias, son fácilmente reconocibles por la persona que duerme con el paciente, ya que lo describen como un ronquido muy intenso que finaliza en un silencio absoluto del ruido respiratorio. Así mismo, los pacientes que viven solos acuden principalmente a consulta con motivo de una fuerte somnolencia durante el día, cansancio, cefaleas y en los casos más graves son diagnosticados durante un ingreso tras sufrir algún accidente coronario.

Dicho diagnóstico se lleva a cabo tras someter al paciente bien sea a una poligrafía (se deja el equipo para que el paciente se lo lleve al domicilio, evitando así listas de espera) o a una polisomnografía (requiere ingreso hospitalario). En dichas pruebas se monitoriza al paciente y se registran las variables cardio-respiratorias durante una noche. Tras su correspondiente lectura se procede a la pauta de dicho equipo.

Este equipo genera aire a presión continua mediante una turbina, el cual mediante un tubo y una mascarilla es introducido en la vía aérea, con el fin de impedir que la vía aérea se cierre.

Tras conectarlo a la corriente, el equipo administra la presión de aire requerida.

La presión a la que debe utilizarse, así como el tipo de mascarilla que necesita el paciente (nasal, buconasal, etc.) y los accesorios de los que debe disponer, serán prescritos por su equipo médico; en este caso el neumólogo. Quién tras la valoración de los resultados de la prueba, decidirá en cada caso, qué es lo más indicado.

El aire introducido por el CPAP corregirá las apneas que presenta el paciente.

La media de uso indicado durante el período de sueño oscila entre un mínimo de 4 horas y la media máxima de sueño que tenga cada paciente. Dichas horas quedan registradas en el equipo mediante un contador que facilita la lectura tanto a los técnicos de terapias respiratorias como al neumólogo, los cuales se van cerciorando durante las correspondientes visitas de la correcta adaptación del paciente a la terapia respiratoria.

Efectos positivos del tratamiento

Menor somnolencia durante el día, mejor estado de ánimo, mejor memoria, atención y concentración, reduce el número de despertares nocturnos, menor riesgo de accidentes de tráfico, reduce la presión arterial, reduce el riesgo enfermedad cardiovascular, mejor calidad de vida.

Para unos resultados óptimos no solo es necesario el uso del equipo sino seguir la pauta de indicaciones por parte del profesional sanitario entre las que destacan: no fumar, caminar cada día, realizar una dieta equilibrada, tener una buena higiene del sueño, acostarse y levantarse a la misma hora cada día, establecer una rutina para ir a la cama, asegurarse de que su habitación esté tranquila y oscura, hacer ejercicio regularmente para mejorar el sueño, evitar el alcohol y la cafeína durante las seis horas anteriores a acostarse.

AUTORES:

  • Itziar Peña Gil. Nº colegiada: HU/2824
  • Amanda Bailo Ruiz de Eguilaz. Enfermera residente de familia y comunitaria en el sector Huesca. Centro de Salud Perpetuo Socorro. Nº de colegiada: 220003354.
  • Paula Matías Díaz. Enfermera. Segunda planta del Hospital General San Jorge de Huesca. Servicio de Pediatría.
  • Chesús Lanaspa López. Enfermero. Nº de colegiado: 91659 (CODEM).
  • Laura Bagüeste Bellosta. Enfermera. Tercera planta del Hospital General San Jorge de Huesca. Servicio de Cirugía General y Cirugía Vascular.