Un traumatismo es definido en sentido amplio, según el comité para la investigación en Trauma del instituto de Medicina de Estados Unidos, con una lesión causada por la exposición agua a una forma de energía, como puede ser el calor, la electricidad o la energía cinética que interviene en una colisión, una caída o el impacto de un proyectil.
Valoración primaria y reanimación inicial
La valoración primaria tiene como objetivo identificar situaciones que amenazan la vida e iniciar su tratamiento inmediatamente, siguiendo el clásico ABC, por las iniciales en ingles de la secuencia empleada. Esta aproximación terapéutica se realiza según una serie de prioridades previamente establecidas, dependiendo de su peso específico o su capacidad para producir mortalidad inmediata. Al aproximarnos al paciente debemos obtener una impresión general de su estado y valorar su nivel de conciencia, para que le preguntáramos que le ha sucedido, si no se obtiene respuesta se debe realizar un estímulo doloroso. Si el paciente no responde a un estilo doloroso determinaremos que se encuentra inconsciente y proseguiremos con la valoración inicial.
• Mantenimiento de la vía aérea y control de la columna cervical.
• Respiración.
• Circulación y control de hemorragias.
• Valoración neurológica.
• Exposición: se debe exponer toda la anotomía del paciente en busca de lesiones graves. Una vez finalizada la exploración del paciente de debe cubrir al paciente para prevenir la hipotermia. Se procurará una temperatura ambiente adecuada. Debemos recordar que la hipotermia es una complicación potencialmente letal en el paciente poli traumatizado.
• Otras medidas en la atención inicial:
◊ Sondaje vesical.
◊ Sondaje gástrico.
◊ Otros: se monitorizan de forma continua el ritmo cardiaco, la pulsioximetría, capnometría y FR, asimismo, se medirá la tensión arterial a intervalos cortos y se realizará un ECG cuando sea posible.
• Estudios radiológicos iniciales.
• Control quirúrgico y angiográfico de la hemorragia. Coagulopatia y poli transfusión.
Valoración secundaria
El reconocimiento secundario se ha de realizar solo cuando ha finalizado el reconocimiento primario, así como la resucitación primaria, o sea, cuando hayamos resuelto la urgencia vital. La valoración secundaria pretende diagnosticar todas las lesiones, por lo que debe realizarse de forma sistemática. La exploración se realizará de cabeza a pies, incluyendo la anatomía posterior, basándonos en la inspección, palpación y auscultación. Solo se realizará una vez completada la valoración primaria e iniciada la reanimación y durante el tiempo que conlleve se reevaluará la situación del paciente de forma continua.
• Anamnesis. Se debe investigar los siguientes datos:
◊ Antecedentes personales: historia de alergia, enfermedades, tratamientos médicos y quirúrgicos.
◊ Ultima comida, por su importancia para una posible intubación y/o cirugía.
◊ Relacionando con el trauma: situación en que se ha producido, mecanismo lesional, posición en que ha sido encontrado el paciente, sospecha de accidente de alta energía, sistemas defensivos en accidentes de vehículos a motor (cinturón, airbag, casco) y tiempos de extracción y atención pre hospitalaria.
• Exploración física.
◊ Cabeza: laceraciones o scalp, contusiones, fracturas, otorrea, otorragia, rinorrea, epistaxis, hematoma en ojos de mapache o signo de Battle, examinar el interior de la boca.
◊ Evaluación neurológica completa: escala Glasgow, valorar pupilas, explorar pares craneales y funciones motoras y sensitivas. Así como coordinación y reflejos.
◊ Cuello y columna cervical: se podrá retirar el collarín para explorar el cuello manteniendo una inmovilización manual por parte de un asistente.
◊ Tórax: inspección, palpación ya auscultación. Signos de contusiones, deformidades y simetría en los movimientos respiratorios.
◊ Abdomen, pelvis, periné: inspección en busca de heridas y contusiones. Se realizará tacto rectal en pacientes con traumatismos abdominopelvico y si se sospecha de lesión medular.
◊ Extremidades: inspección en busca de contusiones y deformidades. A la palpación buscar la aparición de dolor o crepitación. Valorar la movilidad, sensibilidad y los pulsos.
◊ Profilaxis antitetánica: se deben seguir las recomendaciones de profilaxis antitetánica en todo paciente traumatizado.
AUTORES
María Marín Ibañez. Enfermera del Servicio Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Alejandra Utrilla Fornals. Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital San Jorge. Huesca
Carmen Jimeno Griñó. Residente Medicina Interna. Hospital San Jorge. Huesca
Paula Omedas Bonafonte. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Melody García Domínguez. Residente Cirugía General. Hospital San Jorge. Huesca
Antonio García Domínguez. Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Severo Ochoa. Leganés. Madrid
María José Anoro Casbas. Supervisora enfermería especialidades médicas. Hospital San Jorge. Huesca
Mariela Olivari Montoya. Enfermera especialidades médicas. Hospital San Jorge .Huesca
Lara Aparicio Juez. Residente Urología. Hospital San Jorge. Huesca
Francisco Javier García Alarcón. Residente Servicio Urología. Hospital San Jorge. Huesca