Citología cervicovaginal ¿qué es y cuándo empezar?


Almudena Cañardo Yebra, Ana Belén Mongío Pardo, Lucía Iglesia Carnicer, Isabel Torres Jurado, Lucía Rivarés Garasa, Montserrat Opla Ascaso, Óscar Sambía Novellón y Esmeralda Lobera Salvatierra

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La citología cervicovaginal también conocida como Test de Papanicolau es una prueba utilizada para el diagnóstico precoz del cáncer de cérvix.

El cáncer de cérvix o de cuello de útero es el tercer tumor más frecuente en la mujer

Gracias a la prevención mediante la citología cervicovaginal, la incidencia y la mortalidad por este tipo de cáncer ha disminuido drásticamente en los últimos años, ya que permite tomar medidas antes de que este llegue a aparecer y/o sea menos agresivo.

Esta prueba consiste en la toma de muestras para obtener células de la vagina y el cuello uterino, que, tras su estudio, va a permitir descubrir la presencia de lesiones precursoras del cáncer de cuello de útero o el propio cáncer en fases iniciales.

Este tipo de cáncer se asocia prácticamente siempre al virus del papiloma humano o HPV. Este virus es de transmisión sexual, de hecho, la gran mayoría de la población pasa la infección del HPV tras comenzar a tener relaciones sexuales y la curan sin ninguna manifestación. Por esta razón no esta indicada la citología en mujeres que no han tenido relaciones sexuales, así como tampoco está indicada en mujeres a las que se les ha realizado una histerectomía con extirpación del cuello de útero.

Tener una citología con alteraciones celulares significa, en principio, que has tenido contacto con el virus, el problema está en las mujeres que no consiguen curar la infección, persistiendo así el virus y dañando las células, pudiendo finalmente llegar a provocar cáncer de cérvix.

Actualmente existe un programa de cribado poblacional para la detección precoz del cáncer de cérvix, que contempla revisiones periódicas en la mujer según su edad y riesgo. El Ministerio de Sanidad aconseja comenzar con los controles a los 25 años, independientemente de la edad en la que se inicien las relaciones sexuales.

Esto se debe a que antes de esa edad, padecer este tipo de cáncer es extremadamente raro (la mayoría de los cánceres de cuello uterino ocurren entre los 35 y 55 años) y además a esa edad muchas citologías muestran leves alteraciones que indican primeros contactos con el HPV, sin trascendencia, que se resuelven espontáneamente. Por lo que realizarlas antes, además de conllevar un gasto económico, conllevaría sobretratamientos innecesarios.

Para terminar, queda decir que citología es una prueba sencilla que no requiere preparación, aunque se suele aconsejar evitar los días previos:

  • Relaciones sexuales con penetración
  • Lavados internos
  • Uso de tratamientos tópicos o cremas vaginales

Además, no se podrá tomar la muestra en caso de estar menstruando.

AUTORES

Almudena Cañardo Yebra, Ana Belén Mongío Pardo, Lucía Iglesia Carnicer, Isabel Torres Jurado, Lucía Rivarés Garasa  y Montserrat Opla Ascaso. Enfermeras de especialidades médicas. H.G.San Jorge. Huesca

Óscar Sambía Novellón. Enfermero de especialidades médicas. H.G.San Jorge. Huesca

Esmeralda Lobera Salvatierra. Enfermera de Urgencias. H.G.San Jorge. Huesca