La leche materna extraída es el mejor alimento que un bebé puede tomar cuando las circunstancias impidan que la madre pueda amamantar a su bebé. La leche materna puede almacenarse y conservarse para su uso posterior. Pero son muchas las dudas que surgen sobre qué hacer con la leche una vez extraída y sobre cómo crear un banco de leche casero.
Es conveniente empezar la extracción unos días antes, dependiendo de la circunstancia personal de cada madre (como puede ser la vuelta al trabajo) y de la cantidad de leche que se quiera almacenar. Además la técnica de extracción de leche requiere aprendizaje y entrenamiento, ya sea manualmente o con sacaleches.
¿Qué precauciones se deben tener en cuenta antes de almacenar leche materna?
• Es muy importante hacerlo de forma correcta y manteniendo siempre una higiene adecuada para garantizar que sea segura para el bebé.
• Se pueden utilizar envases aptos para uso alimenticio, de plástico duro o de vidrio, siempre que hayan sido lavados previamente con agua caliente y jabón. También hay bolsas específicas preparadas para almacenar leche materna.
• Es importante etiquetar cada recipiente, con la cantidad (en ml) y la fecha en la que ha sido extraída y congelada esa leche, para así poder descongelar la leche más antigua.
• Se recomienda almacenar la leche materna en cantidades pequeñas, entre 50 y 100 ml, para que, en caso de que el bebé no quiera tomar más, no se desechen grandes cantidades.
¿Cuánto tiempo aguanta la leche materna?
A temperatura ambiente:
• A 15º C: se conserva 24 horas.
• A 19 – 22º C: 10 horas.
• A 25º C: de 4 a 8 horas.
Frigorífico (0-4ºC): de 5 a 8 días. A ser posible en la parte más fría y nunca en la puerta.
Congelador:
• En un congelador dentro de la misma nevera: 2 semanas
• En un congelador que es parte de la nevera pero con puerta separada (tipo combi): 3-4 meses.
• En un congelador separado, tipo comercial con temperatura constante de -20º C: 6 meses.
¿Cómo almacenar la leche extraída?
• La leche recién extraída debe enfriarse en el frigorífico antes de ser congelada.
• Siempre que sea posible, congelarla en las primeras 24 horas tras la extracción.
• Si se extraen pequeñas cantidades (menos de 50-100 ml), se puede mezclar la leche de diferentes extracciones. Para ello es importante que ambas leches se encuentren a la misma temperatura.
• Si la extracción se realiza fuera de casa (como puede ser en el trabajo), se recomienda almacenar y transportar la leche materna en una nevera portátil con paquetes de hielo.
¿Cómo descongelar y utilizar la leche?
Para la utilización posterior, no hace falta calentarla, simplemente llevarla a temperatura ambiente. Es recomendable realizarlo de forma lenta, en el frigorífico.
El mejor método es colocar el recipiente bajo el chorro de agua tibia e ir dejando que el agua salga progresivamente más caliente (hasta un máximo de 37º C) hasta lograr descongelar la leche y que alcance la temperatura ambiente.
No se debe calentar la leche materna al microondas ni al baño maría, ni dejarla que hierva. Esto podría dañar sus propiedades nutritivas y protectoras, y crear puntos calientes que podrían quemar al bebé. Es importante, mover la leche para mezclar la nata sin agitarla.
Una vez descongelada, puede durar en el frigorífico hasta 24 horas. Y nunca se puede volver a congelar.
¿Qué hacer si no toma toda la leche que se ha descongelado?
Muchas veces el bebé no toma toda la leche que se ha descongelado. Para evitar desperdiciar toda la leche, es recomendable ofrecérsela en pequeñas cantidades y en un recipiente diferente del que ha sido almacenada (en un vaso, cuchara, jeringa o biberón). A medida que el bebé pida más cantidad se irá rellenando el envase de leche.
De esta forma, se puede guardar lo que no haya tomado para la próxima toma, ya que la leche descongelada puede mantenerse refrigerada durante 24 horas, siempre y cuando no haya entrado en contacto con la saliva del bebé.
Más información:
www.laligadelaleche.es
www.albalactanciamaterna.org