Cómo proteger al bebé del calor en verano


Jaione Fernández García. Enfermera de Pediatría. Centro de Salud De Ancín. Eva María Manso Perú. DUE de AP. C.S. Estella – Lizarra

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Se acerca el verano y con ello nuestra preocupación, como padres, para proteger a nuestros bebés en esta época de las altas temperaturas.

Durante los meses más calurosos, los cuidados hacia tu bebé deben incrementarse ya que cuando las temperaturas son muy elevadas y se está expuesto al sol, se corre el riesgo de perder abundantes líquidos corporales que nos lleva a la deshidratación. Pudiendo producirse lo que se conoce como un golpe de calor.
Los lactantes son muy sensibles al golpe de calor por la inmadurez del sistema que regula la temperatura corporal. Entre las señalas que pueden alertar a los padres destacan la irritabilidad, la irritación de la piel en cuello, pecho y axilas, tener piel seca y caliente, la aparición de calambres musculares, cansancio, debilidad, vómitos y náuseas, desmayos, pérdida de conciencia, dolor de cabeza, deshidratación y fiebre de más de 40 grados. Si se mantiene en el tiempo puede llegar al coma y la muerte del bebé.

La hidratación es fundamental

Los más pequeños son especialmente sensibles a la pérdida de líquidos. Por este motivo, hay que aumentar el número de tomas de pecho o en su defecto de biberón, en niños que toman lactancia artificial o materna no sería necesario administrar agua porque sus requerimientos de líquidos están cubiertos con la leche.
Por otro lado, son más propensos a perder fluidos corporales más rápido que los adultos y, por ello, tienen a deshidratarse con mayor facilidad. Transpiran mucho más y es muy difícil que tengan conciencia de no realizar ejercicios o esfuerzos durante las olas de calor, ya que su pequeña mente no les permite razonar con esa complejidad.

Atención con las horas de sol

En primer lugar, debes evitar la exposición solar prolongada o el calor extremo, piensa que los bebés tienen la piel muy sensible y además de padecer golpes de calor, también podrían quemarse rápidamente.
Evita la exposición al sol entre las 11 h y las 16 h o bien, busca siempre un lugar con sombra y lo más fresco posible. La temperatura recomendada para un bebé es de entre 22 y 25º C..
Ten en cuenta que tanto los pies como las manos de los bebés suelen estar más fríos que el resto de su cuerpo, incluso en días muy calurosos. Para saber si tiene calor, fíjate en la temperatura de su tórax y cuello, zonas más indicativas de su temperatura corporal.
Si tu bebé tiene menos de 6 meses, el agua del mar no es recomendable por el exceso de sal ya que puede llegar a dañar su piel. Respecto a las piscinas comunes, evita en la medida de lo posible exponerle al cloro.

Vestimenta

Te recomendamos ropa ligera, tejidos transpirables como el algodón , el lino y colores claros para no retener el calor. Y por la noche, no dudes en taparlo con una sábana fina para evitar que el contraste haga que se resfríe.
Eso sí, no lo abrigues demasiado, ya que el exceso de calor podría producirle irritaciones o erupciones en la piel, conocido como sudamina.
No olvides el gorrito y en los meses centrales de verano, el bebé puede estar solo vestido con el pañal, eso sí, siempre a la sombra y con la cabeza protegida con un gorro.
Evitar las mochilas portabebés, ya que pueden transmitir calor al pequeño los días muy calurosos.

Protección solar

Los expertos recomiendan evitar la playa o la exposición directa al sol hasta los 6 meses de vida debido a la alta sensibilidad de su piel. Después de pasar esta edad, el bebé en verano puede acudir a la playa siempre con protección solar y bajo la sombrilla.
En caso de tener que aplicar cremas de protección solar, utilizaremos las que contienen filtros físicos y no las que contienen filtros químicos (contienen parabenos y pueden provocar alergias e irritaciones). Ten en cuenta:
• En primer lugar, la protección solar debe aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición.
• Prueba primero en una zona pequeña de su piel y espera a ver si hay o no reacción en su piel.
• Utiliza un factor de protección alto y repite la aplicación cada 2 o 3 horas máximo.

Protección de ojos

Los ojos están expuestos igualmente al efecto del sol. Existen gafas de sol que protegen sus ojos de la radiación invisible. Es importante fijarse en:
• La categoría de la lente (número 3 a ser posible).
• En la presencia del filtro de rayos UV en la lente.
• Presencia del sello homologado de la Unión Europa.

Cuida la alimentación

El apetito puede disminuir durante los meses de calor. Si tu bebé tiene menos hambre en verano, no es preocupante. Eso sí, la hidratación es fundamental. La fruta fresca o en zumos le refrescará y ofrécele agua más a menudo.
Durante el verano es conveniente evitar alimentos crudos o a punto de caducar y por supuesto, cuidar mucho más la conservación de la comida. El calor provoca la proliferación de bacterias o la presencia de insectos. En caso de transportar comida, hazlo siempre en una nevera o conservera.

Protección frente a los insectos

Proteger del calor a tu bebé también significa alejarle de posibles picaduras. Tanto alrededor de parques como de zonas con agua o humedad suelen proliferar los insectos y los tan molestos mosquitos. Precauciones a tener en cuenta:
• Colocar una mosquitera o tul en el carrito o zona donde esté tu bebé.
• Utilizar lámparas o bombillas antimosquitos.
• Evita los antimosquitos que contengan DEET, una sustancia química no apta para menores de 2 años.
• En general, no se recomienda el uso de ningún repelente en menores de 2 años.

Precaución con el aire acondicionado

• Antes de poner en marcha el aparato, revisa su funcionamiento y limpia los filtros que han acumulado polvo e incluso algún insecto durante el año.
• Evita los cambios bruscos de temperatura entre una habitación y otra. Lo mismo ocurre al salir de casa y entrar en el coche. Prepara con antelación la temperatura del interior del vehículo.
• Nunca dejes al bebé cerca o debajo de la fuente directa del aire acondicionado.
• Aunque la temperatura sea más agradable gracias al aire acondicionado, lo cierto es que provoca sequedad tanto en las fosas nasales como en los ojos. Intenta conseguir cierto grado de humedad (no más del 50%).
• La temperatura no debe bajar de los 22 grados.
• Si las noches son especialmente calurosas, enfría la habitación y antes de acostar al bebé, apaga el aparato. No dejes el aire acondicionado encendido toda la noche.

Recomendaciones para viajar

Si tienes que viajar en coche, es necesario combatir también el calor que puede sufrir tu bebé dentro del vehículo. Ventila siempre el interior abriendo y cerrando las ventanillas de vez en cuando para que corra el aire. No mantengas constantemente el aire acondicionado dentro del automóvil, ya que se podrían resecar las mucosas de las vías áreas del pequeño. Durante las paradas, siempre descansa en áreas sombreadas. Y lo más importante, nunca dejes a tu bebé encerrado dentro del coche ni aunque sea por un momento y esté estacionado a la sombra, ya que puede sufrir un golpe fuerte de calor y deshidratación.

El sueño

Cuando hace mucho calor, a los lactantes les puede costar un poco más dormir. Hay que tener paciencia para calmar su llanto y tratar de templar la habitación en la que duerma, peros sin olvidar los cuidados: nunca dejarlo expuesto a corrientes de aire y taparlo siempre, aunque sea con ropa ligera.