¿Cuándo un dolor de cabeza debe preocuparme?


Susana Clemos Matamoros. F.E.A. Medicina Interna. Hospital Reina Sofia. Tudela

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El dolor de cabeza o cefalea es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Se calcula que más de la mitad de los adultos de entre 18 y 65 años han sufrido al menos un episodio de dolor de cabeza en el último mes.

En general, suele deberse a problemas benignos que mejorarán con tratamiento analgésico. Sin embargo, hay síntomas que pueden indicar que existe una patología grave que debe ser consultada de inmediato por un médico.

Tipos de dolor de cabeza

Aunque existen muchos tipos, lo primero que hacemos es tratar de distinguir entre aquellos dolores de cabeza que son una enfermedad en sí misma, a lo que denominamos como Cefalea Primaria y todos aquellos dolores de cabeza que acompañan a otros padecimientos o situaciones los que denominamos Cefaleas Secundarias (por ejemplo, un golpe en la cabeza, una infección dentaria, un problema nasal, es decir, un problema ya sea bien por un traumatismo, una infección, o incluso no haber descansado lo suficiente, que como consecuencia produce dolor de cabeza).

Cefaleas Primarias

Dentro de las cefaleas primarias, la más frecuente es la tensional, seguida de la migraña.
Las cefaleas tensionales se caracterizan por presentar típicamente al menos dos de los cuatro patrones de dolor que se detallan a continuación:
• Dolor bilateral.
• Se siente a modo de presión o dolor constante.
• Intensidad leve o moderada.
• No empeora con la actividad física.
El dolor suele localizarse en la frente, en ambos occipitales o en la nuca. Se suele describir como una sensación en la que parece que “me están estrujando o apretando la cabeza”
La duración de los episodios es variable, entre varias horas a varios días.
Se ha demostrado que guardan relación con periodos de estrés y ansiedad, pero aun así no se conoce una causa concreta que provoque la cefalea tensional.
Se conoce que existe mayor predisposición en determinadas personas, aunque no hay evidencia de que haya transmisión hereditaria.
Otros factores que pueden contribuir a desencadenar este tipo de cefalea son los trastornos del sueño, cambios es el tiempo y factores hormonales.

La migraña es un tipo de cefalea que se produce en un lado de la cabeza. Aunque puede cambiar en cada episodio, es muy raro que afecte a ambos al inicio de la misma. Generalmente se localiza en la región alrededor de los ojos o detrás de ellos y los pacientes lo describen como si fuera una sensación de golpeteos o pulsos.
La intensidad con la que se presenta es entre moderada a severa y la diferencia fundamental con la cefalea tensional es que asocia otros síntomas como náuseas, vómitos, sensación de molestia con los sonidos (conocido como sonofobia), cambios en el apetito o incluso en el humor.
En un 20% de los pacientes que padecen migraña, aparece lo que se conoce como “Aura Migrañosa”. Se trata de diferentes trastornos sensoriales que puede aparecer antes de que comience el dolor, o bien acompañarlo.
Estas sensaciones son variables, pueden ser desde percepción de destellos de luz, puntos ciegos y otros cambios en la visión u hormigueo en la mano o la cara.
La frecuencia de aparición de la migraña es variable. Puede ocurrir una vez o más de 15 días al mes. Cuando esto ocurre se denomina migraña crónica.

¿Cuándo hay que acudir al médico?

Si el dolor de cabeza cumple criterios de cefalea primaria, como, por ejemplo, la tensional o migraña, y el paciente reconoce el dolor porque ya lo ha sufrido antes, no es necesario acudir al médico ni realizar ninguna exploración complementaria.
Aún en el caso de que la cefalea no cumpla criterios de alarma, sería recomendable valorarlo si el dolor de cabeza aparece más de tres y cuatro veces al mes. Aunque sea algo benigno, es conveniente consultarlo porque hay tratamientos para prevenir tantos episodios y evitar así que aparezca el dolor. Lo que se debe evitar es la automedicación, ya que puede cronificar el problema.
Ahora bien, existen varios signos que, en el caso de presentarse, son sugestivos de que debemos acudir a un centro médico para ser valorados. No tienen por qué significar necesariamente que exista una lesión, pero es recomendable que sea el especialista quien determine los pasos a seguir.
Los signos de alarma que uno debe conocer y que, de presentarlos, deberían ser valorados por un profesional de la salud son los siguientes:
1.- En personas que no hayan tenido nunca cefaleas con anterioridad:
• Dolor de cabeza intenso con comienzo súbito: la llamada “cefalea en trueno”, comienza de forma muy brusca alcanzando intensidad máxima en cuestión de segundos. Es necesario acudir a Urgencias para realización Urgente de una prueba de imagen para descartar sangrado intracraneal como consecuencia de rotura de algún vaso (hemorragia subaracnoidea).
• Primer episodio de dolor de cabeza de cualquier intensidad en mayores de 50 años.
• Dolor desencadenado por un esfuerzo físico, tos o cambio postural. Este tipo de dolor es característico de lesiones ocupantes de espacio dentro del cerebro como lo que ocurre en el caso de los tumores.

2.-Personas que padecen habitualmente dolores de cabeza, si se produce:
• Cambio en el patrón habitual de su cefalea.
• Empeoramiento reciente de una cefalea crónica.
• Dolor de cabeza que aumenta en frecuencia o intensidad.
• No responda de la forma esperada a la medicación.

3.-En cualquier persona que haya padecido antes o no dolores de cabeza, si el dolor se acompaña de:
• Fiebre: en este caso es recomendable la realización de una punción lumbar para descartar infecciones del sistema nervioso central como la meningitis o la encefalitis.
• Crisis epiléptica, movimientos anormales, pérdida de sensibilidad o movimiento en una extremidad o pérdida de conocimiento.
• Dolor intenso de cuello
• Náuseas o vómitos no explicables por una migraña ni otra enfermedad obvia.
• Dolor que aparece durante el sueño llegando a despertarnos por ese motivo
• Si el dolor aparece en paciente con enfermedades graves ya conocidas: cáncer, inmunodeprimidos. En estos pacientes es obligatorio realizar pruebas de imagen (TAC cerebral) para descartar complicaciones relacionadas con la enfermedad, metástasis en caso de paciente con cáncer conocido, infecciones cerebrales graves en caso de pacientes inmunodeprimidos.
• Tras un traumatismo o golpe en la cabeza, sea de la intensidad que sea, si posteriormente aparece dolor de cabeza que no se presentaba previamente, deberá ser valorado ya que para podría ser un signo de daño que requiere tratamiento médico inmediato.