La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel y/o articulaciones, crónica no contagiosa. Un diagnóstico y tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar la enfermedad y mejorar sus síntomas.
Comienza en el sistema inmune tras una activación indebida de los linfocitos T. Puede ser leve, moderada o grave, en función del nivel de descamación, rojez y porcentaje de afectación.
Principalmente se ven afectados: cuero cabelludo, rodillas, codos, parte baja de la espalda y genitales.
Factores de riesgo
• Factores genéticos (1/3 de afectados tiene familiares directos con psoriasis).
• Ciertas condiciones médicas: trastornos emocionales (estrés, ansiedad, depresión), medicamentos, infecciones de vías respiratorias superiores, zonas donde ya ha existido lesión…
• Edad: mayor frecuencia entre los 15-35 años.
• Raza: más prevalente en pieles claras, particularmente pacientes con parientes consanguíneos con psoriasis.
• Entorno: son más propicios los climas fríos y secos.
Clínica
El tamaño de las lesiones puede ser muy variable desde pequeñas pápulas hasta grandes placas cubriendo grandes áreas del cuerpo hasta deformaciones e incapacidades físicas.
Intervenciones
Incremento de la integridad cutánea:
• Advertir de que no debe rascarse las áreas afectadas.
• Recomendar medidas para prevenir la sequedad de la piel (agrava la psoriasis).
• El lavado excesivamente frecuente origina más descamación e irritación. El agua de baño no debe estar demasiado caliente y la piel ha de secarse mediante ligeros golpecitos con la toalla sin friccionar.
• Los emolientes tienen un efecto humectante porque recubren la superficie de la piel con una película oclusiva (disminuyendo la pérdida de agua) y el agua atrapada debajo de dicha película hidrata el estrato corneo. Suelen aconsejarse aceites para baño o sustancias de limpieza emolientes para calmar la irritación, la descamación y prevenir fisuras.
• Reforzar la importancia de cumplir el tratamiento.
• Pueden solicitar los servicios profesionales de la salud mental para disminuir tensión.
Tratamiento
1. Tratamiento de aplicación tópica:
– Emolientes y queratolíticos: para hidratar
– Corticoides tópicos: deben utilizarse durante periodos cortos de tiempo
– Análogos de la vitamina D: efectivos al combinarlos con corticoides tópicos. No aplicarlos en cara ni pliegues
– Retinoides (teratogénico)
– Menos usados actualmente: Antralinas
– Fórmulas magistrales (tratamiento más personalizado)
2. Tratamientos sistémicos:
Pueden estar indicados en psoriasis extensas que no responden a otros tratamientos (Metotrexato. Citostático, Acitretina. Retinoide, Ciclosporina)
3. Fototerapia y fotoquimioterapia (uvb y puva):
Helioterapia: baños de sol con un tratamiento coadyuvante.
4. Climatoterapia y balneoterapia:
– Climatoterapia: tomar el sol (helioterapia).
– Balneoterapia: baños de aguas medicinales (balnearios o agua de mar). El baño debe durar al menos 20 minutos y al finalizarlo se recomienda aplicar cremas hidratantes o emolientes.
5. Terapias biológicas: Etanercept, Infliximab, Adalimumab, Ustekinumab, Alefacept.