Los cuidados paliativos se centran en mejorar la calidad de vida de los pacientes que enfrentan enfermedades graves e incurables, aliviando el sufrimiento físico, emocional y psicológico, y brindando apoyo tanto a los pacientes como a sus familias. Este artículo aborda el desarrollo de los cuidados paliativos, los principales problemas que enfrentan los pacientes, los cuidados físicos y psíquicos, el manejo del duelo y el apoyo al cuidador y familiar, con el objetivo de ofrecer una visión integral de los componentes esenciales de este enfoque sanitario.
Los cuidados paliativos surgieron como respuesta a la necesidad de un enfoque integral que atendiera no solo los aspectos médicos, sino también los emocionales, sociales y espirituales de los pacientes con enfermedades graves. Su origen se remonta a la figura de Cicely Saunders en la década de 1960, quien fundó el primer hospicio en Londres, basándose en la necesidad de acompañar a los pacientes en sus últimos momentos con dignidad y sin dolor. Con el paso del tiempo, este enfoque se expandió globalmente, adaptándose a diversas culturas y sistemas de salud.
Hoy en día, los cuidados paliativos se ofrecen en diferentes entornos, como hospitales, hospicios, hogares y unidades de cuidados paliativos, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida. La medicina paliativa no se limita a la atención al final de la vida, sino que también se aplica a pacientes con enfermedades crónicas y progresivas, como cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurológicas, entre otras. La clave está en abordar el sufrimiento total del paciente, asegurando un enfoque multidisciplinario que involucra médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, y otros profesionales de la salud.
1. Principales problemas que enfrentan los pacientes en cuidados paliativos
Los pacientes en cuidados paliativos enfrentan una variedad de problemas relacionados tanto con la enfermedad que padecen como con los efectos secundarios de los tratamientos. Entre los problemas más comunes, se encuentran:
• Dolor físico: el dolor es uno de los principales motivos de consulta en cuidados paliativos. Este puede estar relacionado con la enfermedad subyacente o ser el resultado de tratamientos agresivos previos. El manejo adecuado del dolor es fundamental y se realiza a través de medicación adecuada, técnicas de control del dolor y apoyo psicológico.
• Discapacidad funcional: a medida que la enfermedad progresa, muchos pacientes experimentan una pérdida significativa de su autonomía. Esto puede generar frustración, ansiedad y una sensación de pérdida de control sobre sus vidas.
• Síntomas psicológicos: la ansiedad, la depresión y el miedo a la muerte son problemas comunes en pacientes en cuidados paliativos. La incertidumbre sobre el futuro y la adaptación a los cambios físicos y emocionales pueden generar un sufrimiento psicológico considerable.
• Problemas espirituales: muchos pacientes en fase terminal se enfrentan a una crisis existencial, cuestionando el significado de la vida, la muerte y su legado. El apoyo espiritual y religioso, cuando es solicitado, puede ser crucial para el bienestar del paciente.
• Problemas familiares y sociales: la enfermedad terminal afecta no solo al paciente, sino también a su familia y seres queridos. Estos pueden experimentar estrés, conflictos familiares, aislamiento social y dificultades económicas, lo que agrava aún más la situación.
2. Cuidados físicos y psíquicos al paciente
Los cuidados paliativos abarcan un enfoque holístico que incluye tanto el manejo de los aspectos físicos como emocionales de los pacientes.
• Cuidados físicos: el principal objetivo es controlar los síntomas que causan sufrimiento, particularmente el dolor, y mejorar la calidad de vida del paciente. Los cuidados incluyen:
– Manejo del dolor: se utilizan analgésicos, que van desde medicamentos no opiáceos hasta opioides, dependiendo de la intensidad del dolor. También se emplean técnicas como la terapia física, la acupuntura o el uso de dispositivos para el alivio del dolor.
– Control de otros síntomas: estos incluyen la dificultad para respirar, náuseas, vómitos, estreñimiento, insomnio y pérdida de apetito. Para ello, se pueden utilizar medicamentos, nutrición adecuada, y técnicas de respiración o fisioterapia.
3. Cuidados psíquicos y emocionales
El bienestar emocional es esencial en los cuidados paliativos. Los pacientes pueden experimentar tristeza, miedo, ansiedad, desesperanza, y angustia existencial. El manejo incluye:
– Apoyo psicológico: psicólogos especializados en cuidados paliativos trabajan con los pacientes para abordar sus temores, ansiedades y preocupaciones, promoviendo la aceptación de su situación.
– Terapias de apoyo: técnicas como la terapia cognitivo-conductual, la musicoterapia, la arteterapia y la meditación pueden ayudar a aliviar el sufrimiento emocional.
– Comunicación abierta: es fundamental mantener un canal de comunicación honesto y respetuoso con el paciente, lo que permite que se sienta escuchado y apoyado en sus decisiones.
4. El duelo y apoyo al cuidador y al familiar
El proceso de duelo no solo afecta al paciente, sino también a sus familiares y seres queridos, quienes atraviesan una serie de emociones complejas mientras acompañan al paciente en sus últimos momentos.
– El duelo: el duelo es una reacción natural ante la pérdida de un ser querido, pero puede ser un proceso complicado y doloroso. Los familiares pueden experimentar una amplia gama de emociones como tristeza, rabia, culpa y ansiedad. Los cuidados paliativos incluyen el apoyo psicológico y emocional tanto para el paciente como para sus seres queridos, facilitando la expresión de emociones y la aceptación de la situación.
– Apoyo al cuidador: el cuidador es una figura clave en los cuidados paliativos, especialmente cuando se trata de cuidados domiciliarios. Estos cuidadores, generalmente familiares, enfrentan un estrés significativo debido a las demandas físicas y emocionales de cuidar a un ser querido en etapa terminal. El apoyo a los cuidadores incluye:
1- Asesoramiento psicológico: ayuda a los cuidadores a manejar el estrés, las emociones y las expectativas.
2- Capacitación: proporcionar a los cuidadores las habilidades necesarias para manejar las necesidades físicas del paciente, como el control del dolor, el uso de equipos médicos y la administración de medicamentos.
3- Respiro: ofrecer tiempo para que los cuidadores puedan descansar, asegurando que no se sobrecarguen emocional ni físicamente.
– Apoyo a la familia: el acompañamiento familiar es esencial en el proceso de cuidados paliativos. Los familiares necesitan ser informados de manera clara y compasiva sobre la evolución del paciente y sus opciones de tratamiento. Además, se les debe involucrar en las decisiones sobre el cuidado, brindando apoyo emocional, asegurando la comunicación y ofreciendo recursos para la gestión del duelo.
BIBLIOGRAFIA:
1-[INTERNET]: Saunders, C. (2000). Palliative care: The future. Oxford University Press
AUTORAS:
Cristina Caballero García. Auxiliar Administrativa. Hospital Ntra. Sra. de Gracia.
Raquel Olmos Sánchez. Auxiliar de Enfermería. Hospital Ntra. Sra. De Gracia.
Piedad Fleta Cubero. Celadora. Hospital Ntra. Sra. de Gracia.