Doctor, a mi hijo se le ha salido el codo


Iker Ayestarán Calero, María Mancho Sagüés y Alex Etxezarreta Fernández de Casadevante. MIR Cirugía Ortopédica y Traumatología. Complejo Hospitalario de Navarra

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“Estábamos bajando las escaleras, cuando mi hija se tropezó y para evitar que se cayese la agarré fuerte del brazo y note un chasquido. Desde entonces se queja de dolor y no mueve el brazo”.

Es muy frecuente escuchar este tipo de historias en las urgencias de pediatría, padres preocupados por lo llamativo de la clínica y que en muchas ocasiones se sienten culpables de lo sucedido. Pero, ¿qué es lo que hay detrás de esta patología?
La pronación dolorosa, también llamada codo de niñera, es una subluxación leve (salida mínima de su sitio) de uno de los huesos que forman la articulación del codo, el radio.

                                               

El codo está formado por tres huesos: húmero, radio y cúbito. Estos huesos articulan unos con otros formando tres articulaciones a nivel del codo: la articulación entre el cúbito y el húmero, la articulación entre el radio y el húmero, y la articulación entre el radio y el cúbito. El conjunto de todas estas articulaciones forma una especie de bisagra que permite realizar todos los movimientos del codo.
La más importante en la pronación dolorosa es la articulación radio-cubital, la cual está reforzada por un ligamento, el ligamento anular, el cual mantiene el radio en su sitio.

¿A quién afecta el codo de niñera?

Suele presentarse más frecuentemente en niñas entre 2-3 años y sobre todo en el codo izquierdo.
Hay dos factores predisponentes importantes:
• Laxitud ligamentosa. Es más habitual en aquellos niños que son muy laxos. A partir de los 5 años no es tan frecuente ya que los ligamentos se vuelven más resistentes
• Falta de desarrollo completo del radio. Por ello con la edad deja de presentarse.

¿Cómo se produce?

Al estirar del brazo intentado prevenir una caída, el ligamento anular al ser más laxo de lo habitual y la cabeza del radio al no estar completamente desarrollada, provocan que la cabeza del radio se mueva de su sitio y el ligamento se deslice hacia el codo, quedando atrapado entre el radio y el humero impidiendo mover el codo.

¿Cuáles son sus síntomas? ¿Por qué ocurre?

• El niño deja de mover el brazo desde el tirón, manteniéndolo pegado al cuerpo, el codo se encuentra ligeramente flexionado y con la palma de la mano hacia abajo. En ocasiones puede sujetarse dicho brazo con el otro brazo.
• El dolor no suele ser muy intenso, pero el niño puede llorar tras el episodio o cuando se le toca el brazo afecto.

¿Cómo se diagnostica?

Para su diagnostico suele ser suficiente con la entrevista clínica y la exploración física.
No es necesario realizar radiografías de forma rutinaria, ya que estas suelen ser normales. Sin embargo, en caso de que el mecanismo sea poco claro se pueden solicitar para descartar otras patologías.

¿Cuál es el tratamiento?

En el caso de que se sospeche una pronación dolorosa, se deberá acudir al centro de salud o a un servicio de urgencias con el fin de aplicar el tratamiento adecuado. Dicho tratamiento consiste en la realización de una serie de maniobras, por parte de un médico, con el fin de recolocar el radio y desbloquear la articulación.
Tras realizar la reducción el dolor desaparece y se recupera la movilidad casi de forma inmediata (tras unos minutos).

Consecuencias y prevención

Se trata de una patología leve, que se resuelve sin secuelas. A pesar de ello se sabe que es recurrente en el 5-39% casos por lo que es importante prestar atención a su prevención:
Para prevenirla se debe evitar tirar de forma brusca del brazo o muñeca del niño (a la hora de levantarle, evitar que se caiga etc.). Siempre que sea necesario levantar al niño, es preferible hacerlo en su lugar, sujetándolo por las axilas.