El cuidador informal


Milagros Díaz García.Directora de Enfermería. Hospital San José. Teruel

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El aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento de la población, la reducción de la estancia hospitalaria y la aparición de nuevas enfermedades crónicas degenerativas son factores que hacen de la atención domiciliaria uno de los servicios prioritarios del sistema de salud.

Dado que no es posible mantener el personal sanitario las 24 horas del día en el domicilio de la persona con dependencia, es muy importante la figura del cuidador informal, que es quien asume las tareas de cuidado.
Es por ello que hay que proporcionar a estos cuidadores información útil que les facilite el desarrollo de su trabajo diario y les permita ofrecer una atención de calidad a las personas que tienen a su cargo.

Descripción

Se llama cuidador o cuidadora informal o no profesional, aquella persona familiar o no, que atiende de forma continuada una persona en situación con dependencia, convive o no con ella y con la que normalmente está vinculada afectivamente.
La dependencia es la necesidad de ayuda que tiene una persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria, derivadas de la edad, la enfermedad y/o la discapacidad, y ligada a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial.
Las personas semiencamadas son aquellas que pasan en la cama más horas de lo habitual, pero que son capaces, con ayuda, de levantarse, sentarse y colaborar en algunas tareas.
Las personas encamadas son aquellas que, por su patología o situación, no pueden levantarse de la cama.

Recomendaciones al cuidador

Hay que prevenir todas las situaciones que conllevan un riesgo para la persona con dependencia por ello:
• Se procurará que tanto los objetos de uso frecuente como los interruptores y los enchufes sean fácilmente accesibles.
• Se recomienda reducir el material del hogar que sea de combustión fácil, así como cambiar las estufas con llama por otras que no tengan.
• Es conveniente proporcionar a la persona vasos que no se rompan.
• Las posibles caídas de la cama se deben prevenir mediante barandillas y otros elementos.
• Hay que mirar de eliminar las barreras arquitectónicas de los cuartos de baño, adecuándolos con accesorios de apoyo y antideslizantes.
• Conviene mantener el entorno ventilado y libre de humos.
• Se recomienda evitar las corrientes de aire y las fuentes de calor excesivas.
• A la hora de administrar alimentos o líquidos a personas inmovilizadas y con dificultades para tragar se tendrá en cuenta su nivel de conciencia. Las personas enfermas deben colocarse tan incorporadas como sea posible y deben ingerir los alimentos en cantidades reducidas y en trozos pequeños y si lo precisa una dieta triturada. En caso de alimentación por sonda, hay que seguir las instrucciones del personal de enfermería.
• En caso de que la persona enferma pueda caminar, es necesario que utilice un calzado adecuado para evitar caídas. SI utiliza otros accesorios para moverse o desplazarse como son andadores, muletas, bastones, silla de ruedas, etc… tenerlos siempre a mano y en perfecto estado de uso.
• Conviene seguir las instrucciones del equipo sanitario con respecto al programa de vacunas para las personas mayores, las pautas de medicación para evitar la confusión en la toma y el buen mantenimiento del botiquín en el domicilio.

Consecuencias del cuidado

Proporcionar ayuda extraordinaria requiere un gasto significativo de energía y tiempo para el cuidador, a menudo durante meses y años y supone la realización de tareas, algunas nada placenteras, que afectan a la vida de quienes cuidan.
Muchas cuidadoras y cuidadores de enfermos crónicos se ven desbordadas por la situación y no siempre cuentan con los apoyos socio-sanitarios precisos para desarrollar su papel con eficacia y sin deterioro de su propia salud y calidad de vida.
Al rol de “cuidador” que se caracteriza por una limitación de intereses, se añade frecuentemente el de las obligaciones de la casa y de la actividad laboral externa, siendo esta suma de funciones una mezcla explosiva que implica sensación de desesperanza y aislamiento y que puede conducir al denominado Síndrome del cuidador.
La salud y el bienestar de las personas cuidadoras se deterioran en la mayoría de los casos particularmente en aquellos en que ellas mismas son ancianas o tienen que atender a otros (niños).
Los propios cuidadores consideran su tarea como un deber moral y en muchos casos lo realizan por iniciativa propia. Muchas personas que cuidan se sienten satisfechas con su labor y piensan que eso las dignifica. No obstante, un gran número reconoce que no tiene otra alternativa y que esta actividad repercute negativamente en su calidad de vida.
En los últimos años las atenciones y cuidado de los otros se han empezado a ver como trabajo voluntario, como solidaridad intergeneracional y en los servicios sociales y de salud se reconoce el rol de cuidador y la necesidad de prestarle apoyo.

Este cambio de valores tiene que ver con la emergencia de nuevas demandas de servicio de ayuda a domicilio, residencias, centros de día, etc. para apoyar o suplir una labor que antes realizaban calladamente fundamentalmente las mujeres como algo natural y que actualmente es menos compatible tanto para mujeres como hombres con su vida laboral y social.

Consejos para evitar el Síndrome del cuidador

• Acepte que existe un problema.
• No sea el único cuidador, involucre a otros.
• Comente la evolución del paciente con sus familiares u otros cuidadores.
• Comunique al resto de la familia sus sentimientos y sus temores para hacerles partícipes del problema y evitar sentirse culpable cuando se dedique tiempo a sí mismo.
• Mantenga hábitos de vida saludable.
• Procúrese momentos de respiro: tiempo libre, ocio, cuidado de uno mismo.
• Mantenga un tipo reservado para hacer cosas propias y que le gusten. Mantenga aficiones previas.
• Evite aislamiento social: salga de casa y póngase en contacto con amigos.
• Facilite la autonomía del familiar al máximo. Deje que haga lo que puede hacer, aunque tarde más tiempo. Si no, estaremos favoreciendo su dependencia y aumentando nuestras labores.
• Adapte el entorno, procurando que este sea estable y seguro. Esto nos ayudará a evitar accidentes innecesarios.
• Evite el estrés en la medida de lo posible, planificando de antemano las situaciones conflictivas.
• Una actitud positiva juega en nuestro favor; es fundamental mantenerla en lo posible.
• Los sentimientos negativos que aparecen en algunos momentos son humanos. Lo importante es saber reconocerlos, no tener miedo e intentar superarlos, o, al menos, equilibrarlos.
• La formación es fundamental para adquirir los conocimientos necesarios y las habilidades para cuidar. Al participar en sesiones formativas con profesionales cualificados, se crean grupos de autoayuda fundamentales en la dura tarea de cuidar.
• Pida ayuda a los profesionales sanitarios: no dude en ponerse en contacto con ellos cuando lo precise.

Proyecto del Cuidado del Cuidador del Hospital San José

El proyecto nació el año 2006 desde la observación diaria de las necesidades de los pacientes y sus cuidadores en el momento del alta por mejoría en el Hospital San José.
Por ello se desarrolló un plan de prevención y de apoyo a la familia, repercutiendo directamente en el paciente y su cuidador o cuidadores.
Este proyecto está enmarcado en el ámbito de planificación de la salud del cuidador, ofreciendo a las familias los mecanismos necesarios para afrontar la enfermedad del usuario.
Se realiza una sesión de 1,30 horas de duración cada mes durante el año.

Temas que aborda: La dependencia, Cuidador principal, Grado de orientación y seguridad personal, Prevención de accidentes fuera y dentro de casa, Recursos sociales y sanitarios disponibles, Higiene y alimentación e hidratación, Incontinencia, Prevención de úlceras por presión, Voluntades anticipadas, Musicoterapia, Risoterapia, Ayudas técnicas, Transferencias, El asesoramiento legal, El autocuidado, La inquietud y El insomnio.

Están invitados a participar: Cuidadores cuyo familiar se encuentra hospitalizado o acuda a Hospital de Día del Hospital San José
Cuidadores que sin que el familiar siga ingresado en el Hospital vivan en Teruel y quieran seguir asistiendo.
Cuidador o cuidadores de la localidad de Teruel, derivados por otros recursos asistenciales Atención Primaria, Atención Especializada así como cuidador o cuidadores de usuarios institucionalizados en Residencias de la 3ª edad.
Todas las personas que sin ser cuidadores principales en ese momento precisen de esta formación para aplicarla en alguna situación.
Los talleres son gratuitos y se imparten en el Salón de actos del Hospital San José
Toda la información en la Unidad de Atención al Usuario del Hospital San José y en el Blog de la Red Aragonesa de Proyectos de Promoción de la Salud.
http://redaragonesaproyectospromocionsalud.blogspot.com.es/