Prevenir el contagio y aplicar correctamente los tratamientos pediculicidas son dos de las claves para que los piojos no se conviertan en un quebradero de cabeza para las familias. Desde Cinfa, nos desvelan todos los detalles para ganar el combate de la pediculosis.
Los piojos no sólo suponen una molestia para los niños, principales víctimas de estos insectos en cada comienzo del curso escolar, sino que también para los padres se convierten en unos enemigos fastidiosos y difíciles de erradicar. Desde Cinfa, la doctora Aurora Garre nos aclara cómo culminar con éxito esta batalla, que abarca la prevención, y también la eliminación, si llegasen a aparecer.
Lo más importante es distinguir para qué sirve cada producto y aplicarlos correctamente, ya que los errores suelen ser habituales, y en consecuencia, fatales. “Los tratamientos pediculicidas deben utilizarse únicamente si se confirma la infestación, nunca antes. En caso contrario, se pueden generar resistencias que harán más difícil acabar con los piojos si realmente aparecen. Hay que utilizar en cada caso el producto correcto: para prevenir, un repelente, y para eliminar piojos y/o liendres, un pediculicida”, aclara la Dra. Garre.
Así mismo, para ayudar a resolver exitosamente los casos de pediculosis en las familias, la experta recomienda respetar concienzudamente los pasos y momentos del tratamiento, y acudir a la farmacia para recibir asesoramiento por parte de un profesional y resolver dudas. “Las claves que todos debemos recordar son: prevenir, revisar el cabello con la ayuda de la lendrera, y eliminar, siguiendo las instrucciones del tratamiento que indican el fabricante y el farmacéutico. Además, podemos ayudarnos de aplicaciones para móviles, que actúan como sistema de alertas para avisarnos en cada momento”.
Pasos para ganar la batalla a los piojos
1. Ante los primeros indicios, revisa. El primer síntoma de la pediculosis es el prurito del cuero cabelludo. Ante los primeros picores, o si sabes de casos recientes en el entorno familiar o escolar, revisa el pelo con la lendrera, un peine especial de púas metálicas diseñado para arrastrar piojos y liendres mechón a mechón. Haz especial hincapié en la zona de la nuca o tras las orejas, ya que son las zonas más cálidas en las que suelen ubicarse las liendres. Para facilitar el proceso, podemos colocar un paño blanco sobre los hombros para asegurarnos de que vemos los piojos cuando caen tras arrastrarlos del pelo.
2. Elige el mejor tratamiento. Si confirmas que hay piojos, acude a la farmacia para hacerte con un tratamiento pediculicida. El farmacéutico te ayudará a elegir el más adecuado, ya que existen diferentes formatos o composiciones. En cambio, si no vemos piojos pero existe riesgo, hay que aplicar un repelente para prevenir.
3. Aplica los pediculicidas correctamente. Siempre aplica el producto siguiendo las recomendaciones del fabricante, y tras hacerlo, lava la cabeza con el champú habitual y aclara. No olvides realizar este tratamiento a todos los afectados a la vez, para evitar la reinfestación.
4. No utilices secadores. Es importante secar el pelo al aire libre, nunca con secador, ya que el calor inactiva el efecto insecticida residual del producto y este pierde eficacia.
5. Peina y retira. Tras aplicar el pediculicida, ese mismo día y los posteriores, peina el cabello con una lendrera para retirar los piojos muertos y las liendres.
6. Comprueba a toda la familia. Habrá que comprobar si otros miembros de la casa se han contagiado y, en caso afirmativo, proceder a aplicar el tratamiento a la persona contagiada.
7. Lava la ropa y limpia la casa. Los utensilios como peines o cepillos deben ser lavados con pediculicidas o hervidos en agua. Además, preventivamente, habrá que lavar toda la ropa de los afectados, aspirar muebles y sofás, y aislar los objetos que no puedan lavarse en una bolsa cerrada durante varios días.
8. Avisa en el colegio. La información es clave para prevenir nuevos contagios. Una advertencia a tiempo puede evitar que otros niños se infesten y el ciclo vuelva a comenzar.
9. Haz una segunda revisión. El ciclo de eclosión de las liendres dura siete días. Por eso, transcurrido ese tiempo, deberemos revisar de nuevo el cuero cabelludo con la lendrera, para comprobar que no haya piojos vivos, y repetir el tratamiento, porque las liendres pueden persistir, ya que se adhieren al pelo pese a no existir piojos vivos.
10. Prevén un nuevo contagio. Para evitar que vuelvan a aparecer, existen productos repelentes específicos que nos ayudarán a sortear un nuevo ataque.