Enfermedad de Dupuytren. Causas, síntomas y tratamiento


Marta Molinedo Quílez, Paúl Vicente Alonso de Armiño, Iraia Berasategi Noriega, Marta Sancho Rodrigo y Daniel Marín Puyalto

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Estamos ante una enfermedad, que de repente hará que note que los dedos se le doblan hacia la palma, sin poder estirarlos, y que cada vez va poco a poco a más. Este cierre progresivo de la mano, ocurre porque la tela que recubre la palma se vuelve dura (se fibrosa), impidiendo que sea capaz de abrirla. Los dedos más afectados son el meñique y el anular.

¿Por qué se produce?

No se conoce la causa, y no se ha demostrado, que determinadas profesiones o traumatismos en la mano tengan relación con el desarrollo de la enfermedad.

Factores de riesgo

Varios factores aumentan el riesgo de producir la enfermedad:
• Edad: por encima de 40 años es más frecuente.
• Sexo: los hombres tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad.
• Antecedentes familiares: con frecuencia alguien de la familia la había desarrollado, porque tiene un componente hereditario.
• Consumo de tabaco y alcohol.
• Diabetes

Sintomatología

La manera de averiguar si tiene esta enfermedad es mirándole la mano: si presenta bultos, hoyos o cordones gruesos en la palma de la mano o los dedos. No existe ninguna prueba más para confirmar la sospecha. Esta enfermedad evoluciona de manera impredecible, pero con el tiempo, irá perdiendo capacidad para estirar los dedos, porque se le quedan doblados. No es una enfermedad que produzca dolor, pero con el tiempo, como decimos, al no poder estirar los dedos, si que causa problemas en la vida cotidiana. La enfermedad más grave suele ocurrir en los casos en los que la aparición ocurre a una edad más temprana.

Tratamiento

En casos leves, especialmente si la función de la mano no se ve afectada solo se requiere observación. Lo que será importante es, que cuando note que no es capaz de estirar algún dedo, acuda a su médico para que valore algún tratamiento.
El tratamiento más efectivo, consiste en extirpar esos cordones fibrosos que impiden a los dedos estirarse.
A pesar de haber sido bien operado, el problema puede volver a aparecerle en casi la mitad de los casos.

AUTORES

Marta Molinedo Quílez. Residente de Traumatología de Hospital San Jorge. Huesca
Paúl Vicente Alonso de Armiño. Facultativo Especialista de Área de Hospital San Jorge. Huesca
Iraia Berasategi Noriega. Residente de Traumatología de Hospital San Jorge. Huesca
Marta Sancho Rodrigo. Facultativo Especialista de Área de Hospital San Jorge. Huesca
Daniel Marín Puyalto. Facultativo Especialista de Área de Hospital San Jorge. Huesca