Los traumatismos dentales son agresiones producidas en los dientes por un hecho violento que tiene consecuencias directas sobre un diente, por ejemplo un pelotazo, un accidente de coche o una caída de la bicicleta. En casos leves, un traumatismo no tiene por qué tener consecuencias negativas, pero en caso de grandes traumas las consecuencias pueden ser fatales.
El golpe accidental de los dientes es uno de los accidentes más desagradables que le suceden a un individuo. Su incidencia se ha incrementado en los últimos años debido a la mayor actividad de los adultos y niños fuera de casa. Entre un 4 y un 30% de este grupo de población ha sufrido alguna vez un traumatismo en los dientes anteriores. El Dr. Andreassen (1972) concluyó que el 50% de los niños tenían por lo menos un diente lesionado antes de acabar la secundaria. Investigaciones más recientes en diferentes países como Brasil, Cuba, Inglaterra y Suiza coinciden en que de 1 cada 10 niños ha sufrido algún tipo de trauma, siendo los niños más propensos que las niñas, especialmente entre los 7 y los 11 años. Esto es debido a una participación de manera más brusca por parte de los niños en juegos y deportes.
La causa de los traumatismos dentales es de naturaleza muy compleja, desde caídas, peleas, golpes durante la práctica de deportes, violencia doméstica, accidentes automovilísticos, accidentes en pacientes con padecimientos convulsivos crónicos, impacto de cuerpos extraños, etc. La incidencia en el deporte es a tener en cuenta especialmente en los considerados de alto riesgo como son artes marciales, boxeo, fútbol, hockey, patín, rugby, ala delta,…
Golpes en las piezas de leche (niños)
Alrededor del primer año de vida en el momento que los niños comienzan a gatear y dar sus primeros pasos para descubrir el mundo por si mismos es entonces cuando se producen caídas que pueden afectar a la cara y dientes. Cualquier afección en estos dientes puede tener un impacto en los definitivos que se están formando en el interior del hueso y no se ven, alterando su estética con una marca o deformación que depende de la gravedad del impacto.
Estar pendiente en esa época de primeros pasos donde aumenta el riesgo ayudara a evitar lesiones. En el caso de que hubiese un accidente visitar a su dentista. El diente de leche NO se reubica una vez que se ha salido por un golpe.
Tipos de traumatismos y sus posibles consecuencias
Los tipos de traumatismos son muy diversos en función de la magnitud de la fuerza del impacto, de su dirección, de la forma y fortaleza de los dientes, etc. Las consecuencias dependen directamente de las variables anteriores, pudiendo ir desde una pequeña fractura del esmalte hasta la pérdida completa del diente.
Los signos son muchas veces visibles a simple vista en caso de que la fractura se haya producido en la corona del diente. Pero otras veces, el daño se produce internamente (la raíz y nervio), es decir, en la zona del diente que se encuentra dentro del hueso. En estos casos el diagnóstico es algo más complicado y requiere de una minuciosa historia clínica y radiografías.
El pronóstico depende de la gravedad de cada trauma, del tiempo transcurrido desde el golpe, de la edad del paciente y de la velocidad con la que se acuda al dentista. Cada caso es distinto, por lo tanto es el dentista el que tiene que valorar los daños y hacer un pronóstico a largo plazo. Encontramos impactos sin fractura dental que dan la cara hasta 5 años después, de ahí la importancia de la monitorización y seguimiento por parte del profesional.
¿Qué debemos hacer?
Acudir al dentista lo antes posible nos va ayudar a mejorar el pronóstico del caso especialmente en las situaciones complicadas. Los tratamientos son variables en función del daño, desde una sencilla inmovilización temporal del diente, hasta la extracción en casos complejos.
Tipos de lesiones en función de la gravedad
- Fractura de la corona: El tratamiento suele consistir en la reconstrucción del diente. En casos leves por medio de empastes estéticos y en casos más graves por medio de coronas de porcelana.
- Fractura de la raíz (parte del diente que no vemos): su pronóstico es más complicado y depende de la localización de la fractura.
- Fractura de corona y raíz: Es una fractura longitudinal del diente donde el pronóstico es reservado.
- Avulsión dentaria (salida completa del diente). El diente definitivo se debe recolocar de nuevo en su sitio e ir al dentista con la mayor brevedad posible. En el caso que se haya manchado o no nos atrevamos a realizar esta maniobra ha de recogerse inmediatamente y meterlo en un vasito con leche, o en su defecto debajo de la lengua, y acudir inmediatamente al dentista. Si el paciente es un niño y el tiempo transcurrido desde el golpe es menor de una hora, el pronóstico suele ser bueno.
¿Cómo podemos evitar golpes?
Los traumatismos dentarios sufren un aumento en su prevalencia al relacionarlos directamente con la práctica deportiva y los juegos. Un aspecto importante en la prevención de los mismos sería la limitación del daño. Muchas de estas lesiones se podrían evitar mediante el empleo de protectores bucales que se pueden utilizar en los niños durante la actividad deportiva o el recreo (juegos, bicicletas,…) para prevenir las fracturas. Deben ser elásticos y proteger los dientes y las mejillas por la parte interna. Tienen que ser cómodos, que no dificulten el habla ni la respiración y que sean resistentes a los golpes.
Tener en cuenta que los individuos con discrepancias esqueléticas tiene mayor riesgo. Estar muy pendientes en los primeros pasos del niño y especialmente en los muy activos. Eliminar sitios como esquinas, obstáculos, … Proteger o evitar en situaciones de riesgo (protectores bucales en niños que hacen deporte). Colocar asientos de seguridad en los coches.
Nota: Los dientes nos tienen que durar toda la vida, la prevención de hoy marcará la diferencia mañana.