Las varices, reflejo de un problema circulatorio

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La insuficiencia venosa es la patología vascular más frecuente. Lo más habitual es la presencia de varices. Estas aparecen con más probabilidad en mujeres y el riesgo de padecerlas aumenta con la edad. No son un problema estético, sino el reflejo de un problema circulatorio.

Este problema circulatorio va empeorando progresivamente. Las varices pueden producir síntomas y lesiones crónicas en la piel. Dejadas a su evolución, finalmente, pueden dar lugar a la aparición de una úlcera, una hemorragia, una flebitis, etc.
En primer lugar es muy importante unos hábitos de vida saludables. El control del peso y el ejercicio físico son imprescindibles. El uso de medias de compresión son otro pilar del tratamiento de las varices.
En cuanto a la eliminación de las varices hay dos grandes modalidades terapéuticas: la intervención quirúrgica y la esclerosis con microespuma.
La intervención quirúrgica es un procedimiento agresivo, dado que casi siempre implica la extirpación de un tronco venoso (safena externa o interna). Esto requiere el uso de anestesia, la práctica de incisiones, etc., lo cual supone un período de recuperación que ronda las 6 semanas.
La esclerosis con microespuma supone un tratamiento mínimamente invasivo de las varices. Permite la resolución de las mismas sin necesidad de operación, anestesia, baja postoperatoria, etc. Proporciona unos resultados similares a los de la intervención quirúrgica. Consiste en introducir un agente químico, la microespuma, en el interior de los segmentos venosos enfermos. Precisa de un número variable e impredecible de sesiones. Es un procedimiento ambulatorio y sin anestesia, que permite mantener las actividades habituales con normalidad.
Cuando hay afectación de algún eje safeno, la mejor forma de administrar la microespuma es el catéter Clarivein. Su funcionamiento se basa en la introducción de un catéter muy fino en el eje safeno a tratar. Este catéter gira dentro de la vena y expulsa microespuma en su interior. Ello permite eliminar un tronco venoso (safena externa y/o interna), en una sola sesión en la mayoría de los casos. Se lleva a cabo con anestesia local y también es ambulatorio. Tras el procedimiento se puede realizar vida normal. Además, permite tratar las dos piernas a la vez cuando ello es necesario. Posteriormente es preciso eliminar las colaterales varicosas que permanezcan permeables, lo cual requerirá un número variable de sesiones de esclerosis con microespuma.
Cuando un paciente tiene varices hay que elegir su mejor tratamiento personalizado. Para ello se debe acudir a una Consulta especializada de Cirugía Vascular. En ella se realiza un examen detallado y una ecografía-doppler venosa en color. Es importante recurrir a un equipo con experiencia para poder obtener los mejores resultados. Hay que tener en cuenta que cualquier variz “quirúrgica” se puede tratar con microespuma.
En definitiva, el tratamiento con microespuma realizado por un equipo con suficiente experiencia, ofrece resultados similares a la cirugía, pero con una menor agresividad.