Como su propio nombre indica la periostitis tibial es la irritación e inflamación del periostio. El periostio es una membrana del tejido fibroso vascularizado e inervado muy resistente que recubre al hueso. Se trata de una lesión muy incapacitante.
Es una patología frecuente en deportistas, aunque también puede producirse en personas no deportistas. Entre los pacientes deportistas, los corredores suelen ser los más frecuentes, suponiendo una incidencia de lesión entre el 6% y el 16%.
Causas
Dentro de las causas asociadas al estilo de vida encontramos:
- Estar muchas horas de pie.
- Realizar una conducción prolongada.
- Obesidad.
- Estilo de vida poco saludable.
- Largas caminatas en personas no deportistas.
En cuanto a las causas relacionadas con el deporte vemos:
- Realizar el entrenamiento sobre superficie dura como puede ser el asfalto.
- No utilizar un calzado adecuado.
- Comenzar a entrenar sin realizar un previo calentamiento.
- Realizar un entrenamiento con una intensidad y volumen excesivo.
- No realizar una vuelta a la calma posterior al entrenamiento (estiramientos).
- Someter al pie a un constante traumatismo.
- Sobrecarga continua de la parte posterior de la pierna.
Esta patología se caracteriza por un dolor intenso en la cara interna de la tibia, suele ser localizado a punta de dedo. Durante la actividad comienza con un dolor leve o de tipo “quemazón”, que va aumentando hasta que el dolor incapacita al deportista para seguir con su actividad.
¿Cómo podemos prevenirla?
- Realizando un correcto calentamiento.
- Revisando y modificando las rutinas deportivas.
- Parar a tiempo evitando que la lesión vaya a más.
- Si se produce de manera recidivante es recomendable acudir al podólogo a realizar un estudio de la pisada.
Tratamiento
Una vez que la lesión está instaurada, el tratamiento sería:
- Encontrar el agente causante que produce la irritación del periostio y eliminar el factor lesivo.
- Cuando la patología está en fase aguda se recomienda reposo y crioterapia, por lo que no se debería seguir realizando la actividad deportiva.
- Es recomendable mantener la musculatura contigua relajada.
- Además, se podía implementar el tratamiento con el uso de iontoforesis, laser de baja frecuencia y el uso de ondas de choque.
- Una vez haya pasado la fase aguda, se realizará una vuelta al ejercicio de manera progresiva, sin realizar grandes esfuerzos después de la fase de reposo.
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