De nuevo, desde mi voluntariado, os voy a contar otra experiencia como musicoterapeuta con un nuevo colectivo.
Deseo que en este tiempo de pandemia que estamos viviendo, donde tanto estamos sufriendo porque hasta se nos han ido seres muy queridos, este artículo sirva para dar ánimo y conocimiento porque la vida tiene que seguir, y no debemos dejar de tener ilusión por trabajar, solidarizarnos y hacer el bien a los demás siempre que nos lo permitan.
La Musicoterapia actúa siempre como soporte para la consecución de los siguientes objetivos generales.
El objetivo principal es intentar mejorar el desarrollo global de la personalidad de los chicos y chicas, teniendo en cuenta como fin su felicidad y su integración dentro de la sociedad y la vida dura que les está tocando vivir, en tiempos de pandemia.
Los recursos utilizados para sus actividades se centran fundamentalmente en lo lúdico y creativo como instrumento para poder acceder a aspectos de las áreas del desarrollo evolutivo, que corresponde a estos jóvenes que presentan problemas en el desarrollo intelectual y cuyas edades van de 30 a 50 años.
Los objetivos específicos están relacionados con el desarrollo de sus personalidades y centrados en aprendizajes cognitivos, afectivos y sociales; de tal modo que se pueda potenciar la maduración global en habilidades de la personalidad y a la vez socio-afectivas.
No olvido nunca trabajar y reforzar sin descanso las áreas:
• Cognitiva
1. Ampliar conocimientos dentro de sus posibilidades.
2. Darles la oportunidad de que expresen sus sentimientos, verbalmente o por escrito, en un dibujo, en prosa o verso. Que expresen en letras de canciones sentimientos contrarios a los suyos.
3. Estimulación cognitiva y psicomotriz.
4. Percepción auditiva y visual.
5. Desarrollo de la capacidad de atención, concentración y orientación.
• Socio-emocional
1. Que se sienta aceptado/a y comprendido por el/la musicoterapeuta y por el grupo (empalizar).
2. Darle oportunidad de expresar sus problemas. Concienciarse de otros problemas.
3. Intentar que se comprendan a sí mismo y se acepten.
4. Ayudarse mutuamente a escuchar los respectivos problemas.
5. Desarrollo del respeto al silencio y la escucha.
6. Reforzar su autoestima.
7. Trabajar por tener un ambiente de respeto, tolerancia y afectividad.
8. Trabajar el diálogo evitando el lenguaje soez y las disputas.
9. Ayudarles a plantearse su vida de un modo realista y posible.
10. Orientación profesional y familiar si es necesario.
• Socio-emocional, Física y Motriz
1. Ayudarles a ser creativo/a, esta faceta les hace sentirse libres e importantes ya que hacen algo en lo que tienen éxito.
2. Sesiones con ejercicios de canto solo/a o en grupo. Escenificación de cuentos musicales.
3. Baile popular, folclórico y actual.
4. Expresar sus sentimientos y estado de ánimo por medio de un dibujo teniendo como fondo una música que le motive y relaje evocando recuerdos gratos.
5. Improvisación musical. Tocar instrumentos. Juegos psicomotrices.
6. Reír y divertirse con la música, el movimiento o danza.
• Equipo interdisciplinar
Siempre trabajamos a nivel multidisciplinar con el resto de los profesionales que tratan a estos pacientes: (Psicólogo, Médico, Fisioterapeuta, Terapeuta Ocupacional, Enfermero, Auxiliar…etc. Si los hubiera).
Antes de empezar a desarrollar las sesiones de musicoterapia, hacemos varias reuniones entre los diferentes profesionales para saber las características de cada uno de ellos.
A partir de estos datos organizo las sesiones y las oriento de un modo u otro, dando prioridad a una serie de conocimientos adquiridos.
Recursos materiales: Para el desarrollo de las sesiones utilizamos instrumentos de pequeña percusión o melódicos (cuerda, viento o metal). CDs y equipo audiovisual.
Temporización: Se imparten de dos sesiones semanales de 60 minutos en grupos de 3, 4 pacientes ahora en pandemia. Cumpliendo en el aula todo el protocolo de higiene, ventilación, mascarilla, gel y distancia de seguridad.
Valoración y evaluación: Cumplimento una ficha de evaluación en cada sesión con cada uno de los pacientes. Yen función de las características de los mismos, daré una mayor importancia a un aspecto u otro, siendo realista con sus resultados.
Deseo recordar que los pacientes siempre están sometidos a un proceso terapéutico y una consecución de objetivos. Realizo un análisis de los resultados siguiendo los objetivos generales para el grupo y los específicos del paciente y en cada sesión anoto lo observado en cada esfera: psicomotriz, socio-emocional y cognitiva que haya planteado en los objetivos.
En algunas sesiones, tomo datos para saber los cambios que produce la musicoterapia en la presión arterial, frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno.
En todo momento se preserva la integridad, confidencialidad de sus datos y no serán juzgados o despreciados en el desarrollo de las sesiones.
Cada 4-5 sesiones me se reúno con algún miembro del equipo interdisciplinar para conocer el éxito o el fracaso de mis intervenciones y cómo se está desarrollando el día a día de la persona.
También hago reuniones con los profesionales que trabajan con ellos, para poder tener una visión más profunda de mi labor y se investiga si con las sesiones de musicoterapia disminuye la toma de fármacos: Analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos…
El resultado es positivo.
Fin del tratamiento: El tratamiento se suspende cuando, una vez valorado el estado del paciente y su evolución, se llegue a la conclusión de que la Musicoterapia ya no le aporta efectividad o hasta que el paciente asista voluntariamente con agrado y consciente de que es bueno para su calidad de vida.
Es una experiencia muy gratificante porque veo el bien que les hace, con el agrado que asisten, los comentarios que hacen en las sesiones, a veces plasmados en sus dibujos al finalizar alguna sesión.
El agradecimiento unánime porque según dicen, desconectan de todo lo que ronda en sus “cabecicas”. La sonrisa permanente, la buena voluntad que ponen ante las dificultades de las propuestas físicas y psicomotrices hasta que consiguen hacerlo bien y si no, es un “deber” que se auto-llevan a casa y la siguiente semana lo traen logrado. Y sobre todo que me comenten que están deseando que llegue el martes o jueves para venir a Musicoterapia. Se lo agradezco a todos/as profundamente.
También extiendo mi agradecimiento a Javier Mompel Gracia, (médico y musicoterapeuta) alumno y compañero que trabamos juntos en este proyecto cuando hacía su máster.
El musicoterapeuta está sometido a cumplir y respetar el Código Ético de la Musicoterapia en España, aprobado y firmado por las diez Asociaciones españolas que formamos parte de la EMTC, (Confederación Europea de Musicoterapia) 17/10/2014.
La Musicoterapia en Aragón fue aprobada y reconocida por las Cortes de Aragón como bien sanitario-social, por la Comisión de Investigación y Universidad en septiembre de 2018.