¿Puede haber transmisión del COVID-19 en orina?


Teresa Cabañuz Plo y Ramiro García Ruiz. Servicio de Urología. Hospital San Jorge. Huesca. Marta Viridiana Muñoz Rivero. Servicio de Urología. Hospital Universitari Arnau de Vilanova. Lerida

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La pandemia por coronavirus es una enfermedad infecciosa producida por el virus SARS-CoV-2 que se detectó por primera vez en China en diciembre de 2019 y que ha demostrado presentar una importante transmisibilidad, alcanzando prácticamente a todos los países del mundo en este momento. Se trata de un cuadro caracterizado por fiebre, tos, disnea y mialgias pero que, en casos graves, puede cursar con neumonía, sepsis y shock séptico con una mortalidad aproximada del 3%.

A fecha de 30 de abril de 2020 en Aragón ha habido un total de 5971 casos, con 739 fallecidos y 2291 altas.

Frenar la transmisión de la infección es el tema que más preocupa tanto a pacientes como a facultativos. Se ha demostrado que el virus se encuentra en todas las secreciones respiratorias, nasales faríngeas y además en sangre.

El mecanismo de transmisión más común es el respiratoria persona a persona. El virus se transmite a través de las gotitas de flugge respiratorias en el aire hasta 2 metros generalmente generadas por tos, estornudo y también al hablar. Además permanece también en las superficies.

Respecto a la presencia del virus en la orina tanto la Organización Mundial de la Salud como las distintas asociaciones urológicas (European Association of Urology y la Asociación Española de Urología) han anunciado que su presencia es excepcional.

Se piensa que al descomponerse tanto las heces como la orina se podrían liberar partículas que flotarían en el aire. Se sabe que el virus es estable al menos 1 ó 2 días a temperatura ambiente y hasta 4 días en heces diarreicas. Sin embargo la transmisión fecal-oral es improbable aunque hay casos demostrados con síntomas digestivos iniciales como forma de entrada.

No parece, por tanto que exista riesgo de contagio al realizar una manipulación en la vía urinaria como un sondaje vesical, un lavado de una hematuria o una cistoscopia, sin embargo si debemos tomar recomendaciones para procedimientos que generen aerosoles o tengan riesgo de salpicaduras.

Recomendaciones en la manipublación

Las recomendaciones para los procedimientos con manipulación urinaria son las siguientes:

Adecuada higiene de manos

Adecuado lavado y desinfección de zona a manipular

Correcta protección del personal:

Bata de uso único, impermeable (habituales en quirófano de urología) de manga larga. En caso de no disponibilidad, colocación de bata impermeable y encima colocación de bata estéril.

Guante quirúrgico.

Gorro y mascarilla facial, gafas anti salpicaduras y /o gafas de montura integral si se realizan técnicas de generación de aerosoles.

Mascarilla FFP2 o FFP3 si se realizan técnicas de generación de aerosoles, si no mascarilla quirúrgica.

Limpieza y desinfección del instrumental y salas de trabajo según recomendaciones pertinentes.

Otra pregunta que se hacen muchos pacientes es si presentan mayor riesgo de contraer el coronavirus por padecer una afección urológica. En principio, se cree que lo único que supondría un factor de riesgo es padecer algún grado de insuficiencia renal, ya que esto supone una situación de inmunodepresión para el paciente y por tanto aumenta la posibilidad de contraer cualquier infección. Es por tanto que se piensa que los pacientes con insuficiencia renal podrían tener más probabilidad de padecer la enfermedad del COVID-19 y además con una mayor probabilidad de gravedad frente a otros pacientes.

En resumen, tranquilidad, es muy difícil que el virus se transmita por orina. No obstante como todo en esta nueva enfermad se pide prudencia ya que la información que tenemos se va conociendo día a día. Hay que ser prudente con todo, cuidarse y protegerse.

Como comentario final, queremos recodar que a nivel hospitalario se ha tratado de reducir la actividad asistencial a pacientes que no requieran atención o tratamiento urgente para destinar la mayoría de recursos asistenciales a las personas afectadas por esta pandemia. Es por ello que actualmente tratamos de optimizar los recursos y reducir el riesgo de transmisión de la enfermedad por la circulación de personal y pacientes que no requieran evaluación o tratamiento en este momento o que la demora en el mismo no suponga un impacto en el pronóstico.