¿Qué es un ICTUS?


Paula Mutiloa Goñi, Iván Fernández Elías y Carlos Manuel Majado Iglesias. Técnicos superiores en imagen para el diagnóstico. Hospital Universitario de Navarra.

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Un ictus es un accidente cerebrovascular que produce la interrupción o reducción del riego sanguíneo ya sea por un taponamiento o una rotura que hace que el cerebro no se oxigene correctamente. Es de vital importancia acudir de inmediato a urgencias ya que es la segunda causa de muerte y produce secuelas incapacitantes.

Es una urgencia médica tiempo dependiente, el tiempo afecta en las secuelas que le puedan quedar al paciente.

Una vez llega el paciente a urgencias se activa el protocolo de código ictus. Rápidamente el paciente es monitorizado y controlado por un neurólogo. Se realiza el TC lo antes posible y se decide tratamiento para tratar al paciente y reducir la probabilidad de secuelas pudiendo ser estas, problemas motores, cognitivos, pérdida de fuerza, dificultades del habla, etc.

Tipos

• Ictus hemorrágico: se produce por la rotura de un vaso sanguíneo, puede ser debido a una aneurisma o una malformación arteriovenosa o rotura de la pared de algún vaso. Los factores de riesgo son hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo o traumatismos. Produciendo diversos tipos de hemorragia intracraneal (HIC): parenquimatosa, intraventricular, HSA(Hemorragia subdural aguda): generalmente es producida por la rotura de una aneurisma.
• Ictus isquémico: es una obstrucción repentina del flujo sanguíneo, puede ser causado por un coagulo en un vaso sanguíneo del cerebro, estenosis, estrechamiento arteria, arterioesclerosis o arritmias. Es el más común, en este tipo es importante tratarlo con anticoagulantes para detener el derrame disolviendo el coagulo, este método se llama tratamiento de fibrinólisis.
• Ictus transitorio (AIT), en este caso, el flujo de sangre se ve interrumpido por un breve periodo de tiempo causando los mismos síntomas que el ictus pero de menor duración y se disuelve por sí solo.

Síntomas

• Dificultades para el habla.
• Dolor de cabeza muy fuerte.
• Problemas de visión.
• Dificultades para caminar.
• Mareos
• Debilidad o pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo u hormigueo.
• Desviación de la comisura labial.

Protocolo radiológico

El protocolo se distingue de 3 posibles partes:
• TC craneal basal: es un TC de cráneo sin contraste, donde podemos visualizar si existe lesión hemorrágica. En el caso que existiese el estudio concluiría.
• TC TSA (troncos supraórticos). Si se confirma lesión isquémica se procede a la realización de TSA con contraste. El contraste realza las estructuras vasculares del cuello y cráneo identificando así la zona donde existe la patología.
• Perfusión cerebral. Permite generar unos mapas del cerebro para una evaluación cuantitativa y cualitativa de la penumbra isquémica. Permite calcular el flujo y el volumen de sangre que llega al cerebro, además de calcular el tiempo que tarda en llegar.
Según los resultados de estas pruebas se decide el tratamiento a seguir, pudiendo ser tratamiento farmacológico (fibrinólisis, se encarga de disolver el coagulo), trombectomía en el cual se introduce un catéter por la arteria de la ingle para llegar a la arteria obstruida y solventar el problema, tratamiento quirúrgico mediante angioplastia y embolización de aneurismas con coils.