La RM de rodilla es una de las pruebas más prescritas por los traumatólogos dado que sirve para identificar las distintas estructuras que la conforman (huesos, tendones, ligamentos, etc.) y sus posibles patologías, como lesiones en los ligamentos cruzados, líquido acumulado en la articulación, quistes, rotura de menisco, infecciones y daños en los músculos y tendones.
Es útil para obtener un diagnóstico del estado de la articulación y para realizar un control tras un tratamiento determinado, ya sea quirúrgico o rehabilitador.
Antes del estudio se realizará un cuestionario de seguridad, para evitar ciertos riesgos que puedan causar lesiones o provocar fallos en el funcionamiento de los distintos dispositivos que el paciente porta, ya que es una técnica que está contraindicada en personas con desfibrilador o marcapasos, clips metálicos, stents, implantes cocleares, válvulas cardíacas de determinados materiales ferromagnéticos, implantes articulares, pacientes que tengan restos de metralla en el cuerpo o virutas metálicas (ya que pueden ser peligrosas según su localización) y en mujeres embarazadas en el primer trimestre de gestación.
También se le indicará que retire todos los objetos metálicos posibles de su cuerpo, tales como pendientes, horquillas, ropas con cremalleras o botones metálicos, dentadura removible, etc. y se le dará una bata para ponerse evitando así entrar a la sala con objetos personales susceptibles de ser atraídos por el imán o que sean afectados por el campo magnético como ocurre con los relojes o las tarjetas de crédito.
Es una prueba indolora y con una duración de entre 20 y 30 minutos, en la que se debe permanecer quieto para evitar ciertas distorsiones en la imagen que puedan aumentar el tiempo de adquisición de la misma.
El paciente se coloca tumbado sobre la mesa con los pies en dirección hacia el tubo de la resonancia.
Colocaremos la rodilla a estudiar en la antena específica para rodilla, adquiriendo el estudio en tres planos diferentes, axial, sagital y coronal.
Es una prueba mínimamente invasiva y exenta de radiación ionizante. Aunque se puede pasar cierta incomodidad generada por el tiempo de adquisición, por los ruidos producidos durante la misma o por la sensación de claustrofobia que puedan padecer ciertas personas. Pero, esta última, está bajo control ya que el paciente no entra por completo dentro del resonador. De todos modos, si esto fuese una condición muy limitante para el paciente, se podría realizar el estudio en un resonador abierto.
AUTORES
Alba Gomollón Garzón, Marina Extramiana Esquisabel, Yaiza Loreto Aranguren Herrero, Yamila Evelina Quintana Di Blasi y Patricia Ochoa Pérez.
Técnicos Superiores en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra