El Reservorio venoso subcutáneo es definido por la “Guía de Recomendaciones al Paciente de la Comunidad de Madrid” como un catéter venoso central de larga duración que se aloja debajo de la piel en una vena central de gran calibre, como la Vena Cava Superior.
Este dispositivo se puede alojar en el tórax, o en el brazo. Se retira y se coloca en quirófano por parte de medicina, mediante técnica tunelizada, aunque su mantenimiento y cuidados son parte de la labor fundamental de enfermería.
Descripción
En la Guía del Servicio de Salud del Principado de Asturias aparecen reflejadas las partes principales del RVS:
• Portal o cámara: con una membrana auto-sellante de silicona. Puede ser único o doble. En esta parte se realiza la punción con agujas especiales tipo Hubber o Gripper.
• Conector: como su propio nombre indica sirve para conectar el portal con el catéter.
• Catéter: dispositivo en forma de tubo que se sitúa, en este caso, en el sistema venoso. Es radiopaco y se fabrica de distintos materiales.
Indicaciones y ventajas
En la “Guía del hospital de Donostia” aparecen reflejadas las siguientes indicaciones médicas del RVS:
• Administración ,si fuera necesario, de transfusiones sanguíneas,
• Administración de todo tipo de medicamentos, Nutrición parenteral, quimioterapia, etc.
• Realización de extracciones sanguíneas.
El RVS ayuda a preservar en buenas condiciones el capital venoso del paciente, pudiendo mantenerlo durante largos períodos de tiempo, teniendo una capacidad de hasta 3000 pinchazos.
Contraindicaciones
Como contraindicación, y como también se refleja en la “Guia del Hospital de Donostia”, el RVS no está indicado para la administración de contrastes radiológicos que se precisan para ciertas pruebas hospitalarias.
Complicaciones
Son dispositivos seguros, pero como todos los sistemas de acceso venoso, también pueden ocasionar ciertas complicaciones. Es aconsejable informar a los pacientes sobre ellas para poder identificarlas precozmente.
Posibles complicaciones según el protocolo de la “Guía para el paciente” del RVS del Hospital Donostia:
• Hematoma, hemorragias.
• Rechazo o rotación del portal.
• Obstrucción, extravasación.
• Infección, edema.
• Trombosis venosa.
Heparinización
Material necesario según el protocolo de la Junta de Andalucía:
• Antiséptico (povidona yodada preferiblemente si no hay contraindicación o clorhexidina).
• Campo estéril.
• Guantes y gasas estériles.
• Solución de heparina sódica al 1% según protocolo del hospital de referencia.
• Solución salina.
• Agujas para cagar.
• Jeringas de 10cc y aguja tipo Gripper.
• Bioconector.
• Apósito estéril.
Para finalizar, heparinización del RVS según el protocolo de la Junta de Andalucía:
• Se recomienda realizar el sellado una vez al mes mientras no se esté utilizando, intentando siempre mantener la máxima asepsia posible durante la manipulación.
• Identificar de forma correcta al paciente.
• Comenzar por un adecuado lavado de manos previo a la realización de la técnica.
Preparar el campo estéril con el material necesario.
• Colocarse los guantes estériles.
• Purgar la aguja Gripper y el bioconector con suero salino y dejar su pinza cerrada.
• Desinfectar con antiséptico la zona de punción según protocolo.
• Inmovilizar la zona de punción con el dedo índice y pulgar de la mano que no va a realizar la inserción.
• Se aconseja realizar la punción en ángulo recto hasta notar la parte metálica del portal.
• Para comprobar la permeabilidad del catéter se recomienda desclampar la alargadera y aspirar 5cc de sangre y desecharla posteriormente para eliminar el sellado previo.
• Inyectar 20 ml de suero salino y después 5 ml de la heparina aplicando presión positiva.
• Retirar la aguja, sujetando de la forma anteriormente descrita, con una gasa estéril próxima.
• Por último, se colocará el apósito en la zona donde se ha realizado la punción.