Tendinopatía de la pata de ganso o anserina


Lorena Ibarz Coronas, Fisioterapeuta e Iván García Enériz, Enfermero. Hospital Reina Sofía

Print Friendly, PDF & Email

La tendinopatía anseria o también conocida como tendinitis de la pata de ganso es una lesión muy frecuente en corredores, mujeres de mediana edad, personas con valgo de rodillas y/o con sobrepeso, que se manifiesta por un dolor en la parte interna de la rodilla.

A pesar de ser una patología bastante común, es frecuentemente mal interpretada y desatendida.

La pata de ganso se denomina a la inserción que forman los tendones de los músculos sartorio, semitendinoso y recto interno en la parte supero interna de la tibia por debajo de la interlinea articular. Como su nombre indica, la distribución de dichos tendones en la zona de inserción se asemeja a una pata de ganso.

Su función principal se basa en ayudar a la flexión con rotación interna de rodilla y en la estabilización interna de la misma.

Existen numerosos factores que pueden desencadenar este proceso. Alteraciones en la pisada (pronación), sobrepeso o problemas lumbares o pélvicos son solo algunos de los motivos que pueden provocarla. Además existen situaciones como son el uso de tacones, deportes con movimientos bruscos y repetitivos, correr por superficies irregulares, zonas con pendiente… que provocan una mayor inestabilidad en la rodilla generando un mayor estrés en la zona.

Síntomas

La tendinitis anserina se caracteriza por dolor en la parte interior de la rodilla que se agrava al correr, subir y bajar escaleras, pendientes o levantarse de una posición sentada. En casos agudos puede aparecer hipersensibilidad y dolor continuo e incluso nocturno.

Como toda tendinitis, en su fase inicial podemos encontrar dolor únicamente al iniciar el movimiento para mejorar e incluso desaparecer con el calentamiento, pero volviendo a aumentar después del ejercicio.

Es frecuente la aparición de edema local.

Tratamiento

Podemos establecer tres puntos claves en el tratamiento:

 Eliminar o corregir la causa:

Evitar la actividad física durante los periodos agudos.

Corregir el sobrepeso en caso de existir.

Corregir las alteraciones biomecánicas.

Aprender o mejorar la técnica de carrera.

• Tratamiento médico: Inicialmente se emplean analgésicos y antiinflamatorios. En el caso de que no se consiga una mejoría con estos y el tratamiento fisioterápico se puede indicar la aplicación de cortioides tópicos locales. Si dichas medidas no son efectivas se recurre a las infiltraciones con corticoides y/o anestésicos locales.

• Fisioterapia: Son muchas las posibles técnicas utilizadas para el abordaje de dicha tendinopatía. Entre ellas podríamos destacar: Masaje transverso superficial y profundo, crioterapia, reacondicionamiento muscular mediante ejercicios isométricos, excéntricos y concéntricos, electroterapia, ultrasonidos, EPI (Electrolisis percutánea intratisular) y kinesiotape.

Prevención

Es imprescindible mantener un peso adecuado, usar el calzado adecuado y corregir las alteraciones en la pisada o los posibles problemas lumbares o pélvicos.

Se debe realizar una actividad física acorde a nuestro estado de forma, progresando y aumentando la intensidad de forma paulatina evitando el sobreentrenamiento. La realización de ejercicios de fortalecimiento y estiramientos analíticos ayudaran a evitar descompensaciones. Es fundamental realizar ejercicios de perfeccionamiento de la técnica de carrera.

En el caso de existir alteraciones biomecánicas como la hiperpronación del retropié es conveniente corregirlas para evitar una posible lesión, favorecer la curación o evitar la recaída.