Como es lógico, mi vida como médico gira alrededor de la salud, y como dentista, salud oral. Nunca acometo una rehabilitación sin pensar en que la dentición debe durar muchos años, y en eso, son más importantes los cuidados del propio paciente que los míos. Y afortunadamente, es sencillo implementarlo, cuesta un poco, pero los beneficios son enormes. Siempre digo, sobre todo a los niños, que cuidarles yo sólo no sirve, le tenemos que cuidar los dos.
En la primera entrega insistía en que la prevención, según muchos estudios, es capaz de reducir el 90% del gasto sanitario a la hora de disfrutar de una boca sana. Y es cierto: un paciente que sienta desde sus comienzos unos buenos hábitos goza de una salud y función a prueba del tiempo. Un diente que llega sano a los 20 años, con pocos cuidados puede mantenerse casi toda la vida.
¿Y qué es prevención?
Todo el mundo dice que cepillarse los dientes. Es una figura impuesta por la publicidad, y que tiene su parte de razón, pero muy por delante, y sobre todo en los niños, yo colocaría otras dos medidas:
EVITAR DULCES
• Por ello, entiendo también los edulcorantes artificiales, sobre todo los chicles y caramelos ‘sin azúcar’. Incluyo los refrescos y todo lo que se toma entre horas.
• Atención a los alimentos infantiles porque suelen ser muy dulces. Todo, en exceso, es perjudicial, y hoy en día los dulces son un problema social importante.
• Consejo práctico para padres: recomiendo volverse un mes o dos histéricos con el azúcar y edulcorantes, leerse la composición de los alimentos que compran (y además, por supuesto, probarlos). Al cabo de un tiempo, como hacemos todos, pues que hagan lo que puedan.
MORDER DURO
La boca necesita función. Igual que en el cole los niños hacen gimnasia de brazos, de piernas, o deporte, los dientes y maxilares necesitan ejercicio, y los alimentos hoy en día están procesados, triturados y preparados para que los traguemos con el mínimo esfuerzo. Si a una persona le escayolan un brazo o una pierna, al quitar la escayola se nota que ha adelgazado, se ha atrofiado. Pues con los dientes y maxilares sucede lo mismo: Es una de las causas del apiñamiento dentario, la atrofia de los huesos y músculos, por falta de ejercicio de masticación.
CEPILLARSE
• Correcto, pero yo lo pongo aquí, en tercer lugar. Es muy importante cepillarse al menos una vez al día, mejor dos. Es conveniente una breve clase de cepillado (en eso la higienista dental es nuestra imprescindible auxiliar) que a partir de los 20 años debe realizarse de forma técnica y dirigida.
• Y por supuesto, el mantenimiento periódico. Es muy fácil reducir la periodontitis en sus primeras fases, y las visitas son sencillas y económicas. Conservará su dentadura mucho tiempo, sin gastos ni problemas.
• Un último consejo: use muy poca pasta, y en los niños, menos (antes de los 5 años, mejor sin pasta) el flúor es un elemento muy reactivo, hay que tomar precauciones para no tragarlo.