La prueba de color Roth 28 se utiliza para examinar la capacidad de discriminación de matices de color como técnica diagnóstica para evaluar los defectos de visión del color congénito (daltonismo) u adquirido.
Objetivo
Asegurar la correcta realización del test para determinar la integridad cromática de la retina en orden a detectar alteraciones de la visión del color o discromatopsias.
Metodología
Las fichas para realizar el test vienen en una caja de madera, ordenadas en forma de óvalo. Consisten en piezas circulares con un centro de color y una numeración en la parte de abajo.
Los colores de las fichas van describiendo toda la gama de matices de color y están ordenados según progresión de los tonos. Una de las fichas queda de referencia y el resto son manipulables.
Cada ficha lleva en su reverso un número de orden que permitirá reproducir sobre una hoja de respuestas la ordenación dada por el paciente.
Procedimiento
Explicar al paciente en que consiste el test y cerciorarnos que lo ha comprendido correctamente.
Para ello, mostraremos al paciente el conjunto ordenado de fichas para que sepa cómo debe quedar al final.
Indicaremos que hay una ficha fija que le servirá como referencia.
Deberá ordenar de nuevo la serie de forma que cada color mantenga una diferencia tonal mínima tanto con el anterior como con el posterior.
Dispondrá de todo el tiempo que necesite.
El procedimiento se puede llevar a cabo de dos maneras, monocularmente o binocular.
Monocularmente si se sospecha una alteración de la visión del color adquirida, ya que estas alteraciones pueden no afectar a ambos ojos por igual.
Binocular en casos de alteraciones congénitas.
Posteriormente una vez finalizada la colocación de las fichas, se trascriben los resultados a una tabla prefijada.
Se obtendrán unas gráficas con un patrón característico según la anomalía que el paciente presente y de ahí obtendremos el diagnóstico. (Ver Figura 3)
