Turismo de salud en el Balneario de Elgorriaga


Lorena V. Galarregui

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Vacaciones; un concepto relativamente nuevo en nuestra sociedad. Antaño no todo el mundo podía permitirse ir de viaje, no había dinero, no había días libres remunerados, ni siquiera medios de locomoción que hicieran que las distancias fueran más cortas y el trayecto se rea-lizara más cómodamente como sucede en la actualidad. Aquellas personas que se podían permitir irse en los periodos estivales eran auténticos afortunados; eso, o tenían poder adquisitivo.

Al igual que en los tiempos actuales, había distintos tipos de vacaciones, culturales, de playa o turismo de sol, rural, termal o de salud… Vamos a centrarnos un poco en este último, el TURISMO DE SALUD.

Existían dos perfiles muy diferenciados de clientes. Aquellas personas que por motivos de salud o, mejor dicho, por falta de salud, acudían a los Balnearios buscando sanación o mejoras de la misma y/o aquellos individuos que podían permitirse el lujo de vacacionar en un establecimiento de estas características (no siempre asequible a todos los bolsillos, llegando incluso a ser algo bastante elitista).

En 1978 se creó el Instituto Nacional de Servicios Sociales (INSERSO) y en1992 fue cuando se estableció las líneas maestras de actuación hacía los mayores; en el caso que nos atañe, el “Termalismo Social”. Estos programas subvencionan en parte la estancia y tratamientos de los termalistas en los balnearios. El Gobierno de Navarra también tiene su propio programa de Balnearios dirigida a gente mayor.

Naturaleza, relax, salud…

El perfil de este usuario también ha dado un gran cambio; tenemos la idea que un termalista que viene por medio de cualquiera de estas instituciones son personas muy mayores, sin motivación, aburridas, en muchos casos impedidas, sin poder adquisitivo y un largo eccétera de matices negativos o al menos, no positivos. Pero, tal vez eso fuera antes, hoy en día son personas con muchas ganas de vivir, de disfrutar, de conocer y saber, relacionarse, enriquecerse con el entorno y de la gente, e inclusive enriquecerse culturalmente. Hoy en día los balnearios están más vivos que nunca. Hay una frase del Dalai Lama que bien alude a este caso: “Solo existen dos días del año en que nada puede ser hecho. Uno se llama ayer y el otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, creer, hacer, y principalmente, vivir”. Tampoco nos podemos olvidar de hablar de los novenarios. Esto venía marcado porque los médicos recomendaban, por normal general, que los tratamientos debían realizarse nueve días seguidos para sanar o paliar una enfermedad. Porque no nos podemos olvidar que la materia prima de los Balnearios son las aguas mineromedicinales, a diferencia de las talasoterapias que utilizan agua de mar o los spas, que utilizan agua dulce, agua corriente; y este tipo de aguas, al igual que el buen vino, una copa sienta bien, una botella, emborracha.

En la actualidad, las cosas han cambiado un poco. Todavía hay quien va a los balnearios a realizar una cura termal con fines médicos pero estudiando el análisis de la demanda nos encontramos que mucha gente acude a relajarse y a hacerse curas de belleza.

El Balneario de Elgorriaga solo lleva abierto desde finales de Junio de 2009. En este primer año de vida ha pasado mucha gente joven, parejas, singles, termalistas de los programas sociales, grupos de amigos, jubilados niños… Vamos, un amplio abanico de perfiles, una auténtica simbiosis de edades, culturas, razas y sexos. Nos han enseñado que es un magnífico lugar donde hacer un buen maridaje entre trabajo y relax. Una reunión en un saloncito con vistas a la cascada del río y a continuación a disfrutar de la maravillosa agua salada (les recuerdo que tiene más sal que el propio Mar Muerto). ¿Qué más se puede pedir? Naturaleza, relax, SALUD y todo ello acompañado de un gran grupo con una calidad humada excepcional.

Sentirse bien, sentirse joven, o simplemente sentirse a uno mismo ya no tiene etiquetas, solo el valor personal que cada uno le quiera dar. Si no ha estado nunca en un Balneario, ahora es el momento de probar, de darse un pequeño capricho que seguro que se lo ha ganado. Venga a probar las aguas del Balneario de Elgorriaga, donde no hace falta estar alojado para poder disfrutar de sus tratamientos y técnicas. salud