La atención odontológica ha experimentado un notable avance en los últimos años, no solo en su nivel de especialización y subespecialización, sino también en lo que se refiere a los medios técnicos y tecnológicos. De ahí que hoy resulten aconsejables los equipos multidisciplinares bien integrados, como el de la Clínica Denfotacial San Jorge, capaces de dar solución a los problemas del paciente en un mismo espacio y utilizando eficientemente su tiempo.
Hasta hace unos años, el dentista era un profesional que cubría las diferentes ramas de la odontología: hacía los empastes, la limpieza, las desvitalizaciones, las extracciones, etc. Pero este modelo ha ido cambiando con la progresiva evolución de la profesión, lo que hace inviable la figura del dentista tradicional dada la complejidad y dificultad de los tratamientos específicos.
En la historia reciente de nuestro ejercicio médico han surgido los ortodoncistas, a quienes se empezaron a derivar los pacientes que requerían un tratamiento específico de alineamiento y nivelación de sus dientes; los periodoncistas, para un cuidado de los problemas de las encías; los prostodoncistas, que son los encargados de realizar las prótesis dentales; los implantólogos, que corrigen rehabilitaciones dentales por medio de implantes; o los que corrigen los desórdenes de la ATM (articulación temporomandibular).
Para el paciente, esta creciente diferenciación conlleva muchas veces tener que desplazarse a uno u otro centro y, lamentablemente, en muchos casos falla la coordinación.
Un consejero médico bucodental
Al igual que necesitamos un médico de familia en quien confiar, es importante que para tratar los problemas bucodentales tengamos un consejero médico que nos conozca bien, de manera que pueda aconsejarnos el tratamiento adecuado en el momento preciso, y que sepa ordenar y programar sucesivamente las diferentes intervenciones que necesitemos. Y qué tranquilidad si esas intervenciones tienen lugar en la misma clínica bucodental, de manera que no tengamos que concertar cita en distintos centros, ni precisemos desplazarnos, ni corramos el riesgo de encontrarnos con criterios divergentes sobre nuestro caso que nos desconcierten.
El hecho de que los doctores nos vean en el momento inicial del proceso y programen un tratamiento conjunto de todos los profesionales que van a intervenir en nuestro caso, nos da tranquilidad. Toda la responsabilidad descansa en el equipo que nos ha atendido, de modo que cada uno de los profesionales dedicará sus conocimientos a lograr el mayor rendimiento del tratamiento establecido. El equipo, básicamente, estará integrado por higienistas —que son las personas que nos van a ayudar a mantener de forma idónea el estado de salud bucodental durante toda nuestra vida—, protésicos —quienes después de analizar el modelo de nuestra boca establecerán con los doctores el tipo de material y la forma de los dientes que mejor se adapta a nuestra fisonomía—, y por doctores con formación en periodoncia, ortodoncia e implantología.
Control del proceso y gestión del tiempo
Los pacientes tienen cada vez más ocupaciones, bien de tipo laboral o familiar, y es importante que los profesionales de la salud seamos eficientes en nuestro trabajo, tanto en lo que se refiere a la calidad asistencial como a la gestión de los tiempos del paciente. Esto significa que debemos facilitarles unos horarios que se ajusten a su disponibilidad, y solicitarles y dedicarles el tiempo necesario pero nunca más del necesario. Esto exige una correcta gestión de las citas y una comprensión integral del proceso.
Para ello es indispensable disponer de un buen equipo en todos los niveles de la atención. Y un buen equipo no se consigue de la noche a la mañana. Conlleva mucho trabajo de formación, muchas reuniones para interiorizar los objetivos y el grado de exigencia que establece la clínica.
No cualquier persona puede formar parte de un equipo multidisciplinar. Solo aquellas personas bien formadas, seguras de sí mismas, que se dan a los demás, que ponen desinteresadamente sus conocimientos al servicio de todo el equipo y, en consecuencia, del paciente; solo aquellas que saben escuchar y aprender de los demás, son las que crean equipo. Son ellas las que generan las sinergias imprescindibles en todo grupo humano que busque la mejora continua; y son ellas las que, paciente a paciente, fomentan el buen nombre y el prestigio de la clínica.
CLÍNICA DENTOFACIAL SAN JORGE
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