Los gangliones de muñeca son tumoraciones benignas que aparecen en la mayoría de ocasiones en el dorso de la muñeca.
Están rellenos de un líquido viscoso y gelatinoso parecido al líquido que hay en el interior de las articulaciones. Pueden aparecer y desaparecer, así como aumentar y disminuir de tamaño de forma espontánea. Esta variación del tamaño suele ir asociada con la variación de la actividad que se realiza con la muñeca, es decir, cuanto más movimiento tenga esa muñeca más grande se hará el ganglión.
Son más frecuentes en mujeres de edad media y se desconoce la causa exacta de su aparición. Como el tamaño del ganglión es variable, la clínica que puede asociar también lo es. Podemos encontrar desde gangliones ocultos que no se conocía su existencia hasta la realización de una prueba de imagen por otro motivo; gangliones pequeños, visibles pero que no producen clínica; y gangliones que se encuentren en contacto con nervios o tendones cercanos y que producen dolor o debilidad de la muñeca.
La gran mayoría de gangliones como no producen clínica no se tratan y se opta por una vigilancia del paciente hasta que produzca dolor. En gangliones sintomáticos puede optarse por la aspiración del ganglión e infiltración con un corticoide. En general no suele resolver el problema, ya que no se elimina la causa que lo está produciendo, pero mitiga el dolor de forma temporal.
La siguiente opción sería la cirugía para resecar el ganglión con la raíz que lo está generando y cauterizar el punto de salida del líquido. Esta cirugía puede realizarse mediante cirugía abierta o por artroscopia, generalmente en régimen de Cirugía Mayor Ambulatoria. Sigue existiendo una pequeña probabilidad de que el ganglión se regenere.