Donación de sangre de cordón umbilical en Navarra


Araceli Mejías Jiménez

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A lo largo de la vida, el cuerpo humano va sufriendo una constante renovación de los tejidos, debido al desgaste a que está sujeto. A medida que algunas células envejecen o mueren, tienen que ser sustituidas por nuevos elementos, así se mantiene el equilibrio.

Las células madre, permiten esta renovación debido a su enorme capacidad de multiplicarse y de transformarse en los tejidos donde hacen más falta. Es su capacidad proliferativa y la de transformarse en varios tipos celulares (multipotencia) lo que las caracteriza, por ello han sido el primer recurso en las terapias de reconstitución de tejido hematopoyético en enfermedades de tipo hematológico, oncológico o genético. Sin embargo, este método solo produce buenos resultados cuando existe compatibilidad suficiente entre la médula ósea del donante y la del paciente. La mayor dificultad de esta opción proviene de la reducida probabilidad de encontrar un donante compatible en el total de población, que se estima inferior al 0,01%.

Es por esto, por lo que ha sido necesario buscar otras fuentes de células madre. La solución fue desarrollada hace ya casi dos décadas y pasa por utilizar las células madre contenidas en la sangre de cordón umbilical y criopreservarlas antes de tener la necesidad de utilizarlas.

En un ser en gestación también hay células madre embrionarias, cuya capacidad de proliferación y de diferenciación es superior a la de las células adultas y cuya principal función es generar los nuevos tejidos que van a ser parte de ese nuevo ser. En el momento del nacimiento, aún existen células en circulación, sobre todo en la corriente sanguínea que circula entre la placenta y el recién nacido/a.

Tras el alumbramiento, las células son normalmente desechadas en conjunto con la placenta, a pesar de su potencial proliferativo y regenerativo.

En el momento del parto, estas células pueden ser fácilmente recogidas, en un proceso completamente indoloro e inocuo tanto para la madre como para el bebé. Es por ello que se crearon los “Bancos de Sangre de Cordón Umbilical” (BSCU) desarrollando programas de donación, obtención, manipulación y almacenamiento de la sangre de cordón umbilical (SCU) para poder suministrar este producto con las máximas garantías de calidad. Las maternidades que se adhieren a ellos van aumentando en los últimos años.

El programa en la red pública de hospitales de Navarra (Hospital Virgen del Camino, Reina Sofía y García Orcoyen), comenzó a finales del año 2007, con la finalidad de poder ofertar esta prestación de forma altruista y anónima a través del sistema público de salud.

Es en los centros de atención a la mujer (CAM), en las consultas de matrona u obstetricia, donde se informa a las embarazadas sobre este programa, valorando a todas las interesadas para evaluar si cumplen o no los criterios de inclusión, puesto que hay factores como por ejemplo algunas enfermedades infecciosas o ciertos tipos de cáncer entre otros, que motivan la imposibilidad de donar. Entre los criterios de inclusión destacan:

  1. Gestante sana.
  2. Ausencia de antecedentes de enfermedades potencialmente transmisibles a través de la sangre. Serologías maternas negativas como mínimo frente a hepatitis B y C, sífilis y HIV.
  3. Ser mayor de edad, > 18 años.

Toda mujer (previamente informada) y evaluada, que cumpla con los requisitos de inclusión en el programa y desee donar SCU en su parto, solo tendrá que llevar el consentimiento informado firmado por ella y la persona que le informó y entregarlo a la matrona que le atienda en el hospital durante la dilatación.

La toma de la sangre, se realiza tras el parto y antes de que se desprenda la placenta, mediante la punción de la vena del cordón umbilical, siendo un proceso indoloro e inocuo para la madre y el bebé sanos.

No siempre se pueden realizar todas las donaciones previstas, puesto que se prioriza la atención a la madre y al bebé, por lo tanto cualquier evento que requiera de forma inmediata la atención de la matrona u obstetra que atienden el parto, puede ser motivo de la no recogida de la donación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se procede a su extracción y hay que conocer que si la muestra es insuficiente (menor a 100-110 ml), se utilizará para investigación.

La muestra, se envía al Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona, donde se realizarán los controles pertinentes para su criopreservación. Posteriormente, a partir de los seis meses tras el parto, puede requerirse una nueva analítica de control materna y una encuesta de salud, siendo éste el último control, antes de quedar la unidad de sangre disponible para donación.

El trasplante de células madre de sangre de cordón umbilical, como el de médula ósea, puede contribuir a la curación de niños y también de adultos, que padecen graves enfermedades de la sangre que comprometen su vida. Hoy son más de 70 las enfermedades tratadas o curadas, entre las que destacan enfermedades malignas como diferentes tipos de leucemias, anemias o linfomas. Es por ello, por lo que animamos a todas aquellas parejas que así lo deseen, a que realicen la donación en su parto, procediendo a salvar vidas, con un producto que si no se dona, se desecha.

Existen muchas dudas que aún necesitan aclararse en el área de investigación, pero el futuro promete progresos extremadamente interesantes. Existe una investigación intensa en el campo de la medicina regenerativa: músculo cardiaco, hepatocitos etc.

Esta perspectiva es ilustrativa del potencial inherente a estas células y del interés en conservarlas para fines terapéuticos. Basta recordar que actualmente la mayor causa de mortalidad es debida a enfermedades cardiovasculares y que uno de cada cuatro adultos sufre un ataque cardiaco, pudiendo así necesitar de una terapia con células madre. ¡La Sangre de Cordón Umbilical, SALVA VIDAS!