En verano comemos sano…¿o no?


Leire Remiro Esnoz . Dietista-Nutricionista NA00008 Colegio oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra (Codinna-Nadneo)

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Ya está aquí el verano. Con sol o sin él, llega para todos el momento de descansar, de aflojar el ritmo. Y a pesar de que la duración real de las “vacaciones” en la mayoría de los casos será de 2 ó 3 semanas, lo cierto es que, en verano, trabajando o de fiesta, nuestro estilo de vida es diferente.

Dedicamos más tiempo al ocio, al descanso, a las actividades al aire libre: playa, piscina, monte, etc. En la ciudad, también, ocupamos más horas fuera de casa. El anochecer tardío, invita a alargar las tardes, a quedarnos a tomar algo, y ¿por qué no?, a cenar algo al aire libre. Dedicamos menos tiempo a la compra de alimentos, menos tiempo a la preparación de las comidas, etc. Es más probable que decidamos comer fuera: nos llevamos la comida a la piscina, o comemos en el “chiringuito de la playa”, o sencillamente, no tenemos ganas de cocinar y acudimos a un establecimiento de restauración.

Además, el verano, invita a callejear, a quedar con amigos y familiares, y en definitiva, a un mayor consumo de refrescos, cervezas, helados, etc.

¿Deberíamos preocuparnos? Yo creo que no. Pero tampoco deberíamos pasar por alto la influencia que estas circunstancias van a ejercer sobre nuestra alimentación.

De hecho, la frecuencia de consumo de algunos alimentos se va a ver alterada, como consecuencia del ritmo veraniego. Es el caso de las verduras y legumbres. Gran parte de la población reduce significativamente el consumo de estos alimentos, porque la climatología y el menor tiempo que pasamos en la cocina convierte a las ensaladas en el recurso rápido y fresquito. Dietéticamente hablando, nos interesaría asegurar, también en verano, la presencia de un plato de legumbre, al menos una vez a la semana. Las ensaladas de legumbre son una excelente opción para llevarnos la comida “puesta” a la piscina o al monte.

Productos de la huerta del verano

Las verduras, también nos ofrecen la posibilidad de recetas refrescantes: como las cremas frías, los gazpachos, etc., pero creo que nadie rechazaría un delicioso plato de alubia verde de temporada, de nuestras huertas, incluso aunque hiciera calor. En este tiempo las huertas nos van a ofrecer productos espectaculares dietética y gastronómicamente hablando, porque ahora, en verano, es su momento: calabacín, alubia verde, borraja y, por supuesto, lechuga, pepinos y tomates. Nos descartemos pues, la posibilidad de cocinar alguna verdura aunque nos ocupe un poco más de tiempo.

El verano también nos ofrece otro alimento muy especial: el pescado azul. Ahora es el tiempo del bonito, del atún, de las anchoas, de las sardinas, etc. Grandes y pequeños deberíamos consumirlo al menos en una ocasión cada semana, sin desplazar, por supuesto, nuestras recetas habituales de pescados blancos.

Pero lo cierto, es que el pescado puede ser uno de los alimentos cuyo consumo puede disminuir en verano: no tenemos tiempo para ir a comprarlo, su manipulación nos resulta más engorrosa, es más delicado que otros alimentos cuando hace calor, gusta menos a los pequeños de la casa, etc. Todos estos obstáculos son fáciles de salvar si realmente queremos beneficiarnos de las maravillosas propiedades nutritivas del pescado.

Un pequeño esfuerzo en planificar la compra habitual, un profesional de la pescadería que seguro que nos lo prepara prácticamente listo para su consumo, y unas recetas sencillas (marmitako, bonito con tomate, ventresca a la parrilla), serán suficientes para este verano sea más azul, dietéticamente hablando. Además, las conservas de pescado, pueden formar parte de un menú de piscina, monte o río.

El verano nos ofrece una variedad de sabor y color en las frutas realmente deliciosa. Pero a veces, el ritmo veraniego, hace que olvidemos esa fruta que tomábamos a media mañana en el trabajo, por ejemplo. Por ello, un buen consejo sería asegurar el consumo de fruta a diario durante todo el verano, como tentempié de mañana o tarde.

En vacaciones, seguir haciendo 5 comidas al día, es un buen plan. Si además, aseguramos una adecuada hidratación y disfrutamos del ocio activo, este verano será estupendo!