La falsa ciática o síndrome del músculo Piramidal


Dra. Lissy Herrera Valdez . Especialista de Medicina Familiar y Comunitaria. SEMERGEN Navarra

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Muchos de nosotros hemos tenido, un dolor localizado en el glúteo que puede irradiar a la parte posterior del muslo, y hemos pensado que era lumbago o ciática, pero también es muy frecuente encontrar como causa al : PIRAMIDAL, un músculo pequeño localizado en la pelvis utilizado sobretodo en el gesto de correr (zancada, impactos, fuertes ritmos) y es el causante de los síntomas del Síndrome piramidal o piriforme.

¿Cómo es el dolor del síndrome piramidal?

Se trata más de una fuerte molestia que de un verdadero dolor en la zona del glúteo, que puede extenderse por la cara posterior del muslo, pierna y pie. A veces es como un “hormigueo” o “acorchamiento”, también como un “mordisco” o puede ser “punzante” “latigazo” “quemazón” y otras como un dolor “sordo” o inespecífico en la glúteo.

  • Puede haber un dolor referido por lo que se llaman Puntos Gatillo del músculo, esto es, al aplastarse los nervios y vasos contra el agujero ciático mayor puede dar dolor en la región lumbar, glúteo y parte posterior del muslo.
  • Hace que cuando estemos sentados cambiemos con frecuencia de posición para aliviarnos.
  • Dificultad para cruzar el muslo afectado sobre la otra rodilla.
  • Las lumbalgias, que son frecuentes en procesos de verdaderas ciáticas, en este síndrome no suelen aparecer.
  • El dolor aumenta si permanecemos sentados, de pie y en la carrera o la marcha. Cuando nos levantamos desde la posición sentado. También si conducimos, o estamos sentados largo rato sobre una superficie dura, así como permanecer de pie durante espacios prolongados de tiempo y llevar cargas o pesos.
  • El dolor aparece al separar las piernas.
  • Cuando estamos tumbados boca arriba, el pie del lado afectado suele estar más rotado hacia fuera. Las radiografias lumbares son normales con frecuencia, y en la ciática verdadera encontramos alteraciones de los discos intervertebrales.

¿Cuáles son las causas que desencadenan el dolor en el músculo piramidal?

Para los que realizan deporte y el ejercicio de correr , durante la carrera puede sobrecargarse el músculo piramidal provocando una contractura del mismo, y el consecuente dolor.

En un entrenamiento mal realizado, el piramidal estará sobreutilizado, se agota y no puede recuperarse provocando una contractura que nos provoca el dolor anteriormente descrito.

La sobrecarga de entrenamiento, correr en suelos duros, no hacer estiramientos puede producir clínica del músculo piramidal. Otras causas:

  • Hiperpronación del pie.
  • Una inyección intramuscular mal puesta.
  • Por sobrecarga aguda, como cuando se evita una caída.
  • Las posturas forzadas: permanecer de pie apoyados sobre un solo pie, sentarse con las piernas cruzadas, sentarse sobre un solo pie.
  • Conducir un coche: por la sobrecarga mantenida de la cadera en flexión y abducción (piernas separadas).
  • Un traumatismo: caídas, fracturas de fémur, etc. O directamente al golpearse los glúteos sobre el músculo piramidal, con un objeto duro.
  • Infecciones, malformaciones óseas de la pierna.
  • Problemas generales de actitud: escoliosis, una pierna más larga que la otra, torsión de la pelvis, desequilibrio muscular.

¿Cómo se llega al diagnóstico?

Nuestro médico hará una exploración manual de la zona en profundidad, a través del músculo glúteo mayor. Para completar el estudio (no necesariamente) puede que proceda realizar una radiografía .Es más fácil de diagnosticar, cuando el dolor está localizado en el glúteo y parte posterior de la cadera, como un mordisco o molestia fuerte, que cuando va hacia la pierna o zona lumbar.

Esta “Pseudociática” del músculo piramidal es menos molesta y dolorosa que una verdadera ciática, que tendría como origen una hernia discal a nivel lumbar (por ejemplo), el proceso de éste síndrome es totalmente reversible, a condición de que el tratamiento sea el correcto.

¿Cómo se previene?

Primero, estudiamos la causa del sindrome piramidal, si es de origen mecánica o fisiológica, es decir, si es por un defecto en la carrera, por las zapatillas, por una alteración morfológica en el corredor.

Si diagnosticamos un problema anatómico, deberemos tratarlo primero. Si existe una pierna más larga que la otra (demostrado por radiografía). Corregiremos esta causa, a veces con un alza es suficiente.

Hiperpronadores: corregiremos con plantillas correctoras del valgo o con zapatillas.

Si es por un problema de estrés postural, conducir o permanecer sentado o de pie: al conducir pararemos a pasear de vez en cuando. Utilizaremos una mecedora para sentarnos, y si no tenemos cambiaremos con regularidad la postura al estar sentados.

Aprender a levantarnos, sentarnos, vestirnos, etc. también es importante (ver figura 1).

Dormir de lado con una almohada entre las rodillas (ver figura 2).

Prevención en la carrera

  • Elegiremos la zapatilla adecuada al terreno, amortiguación, a nuestra talla, peso, etc.
  • Modificación de la zancada.
  • Entrenamiento: Tipo de terreno (evitaremos duros), intensidad (la disminuiremos), fraccionar (limitar).
  • Suprimiremos las causas que hagan que reaparezca el dolor, como entrenamientos intensivos sobre terreno duro, series, cambios de ritmo, correr cada día.
  • Intentar parar unos días (dependiendo de la gravedad del dolor), evitaremos largos trayectos en coche, la posición sentado largo rato, la posición de pie mantenida mucho tiempo.
  • Vaciar el organismo de toxinas acumuladas: bebiendo agua en abundancia (1,5L a 2L de agua por día), disminuiremos la ración de carne roja a cada dos días, evitaremos los alimentos de difícil digestión, los platos con salsas, etc.
  • Estirar la musculatura.
  • Fortalecer Abdominales (sobre todo transverso abdominal y oblicuos) y Lumbares.

Cuidados preventivos : estiramiento del piramidal

Autotratamiento: con una pelota de tenis, para la liberación por presión del músculo piramidal. La pelota se sitúa lo suficientemente lateral (anterior) para evitar al nervio ciático (ver figura 3).

Autoestiramiento específico: Por ejemplo del lado derecho (d). La cadera d Se flexiona casi a 90º, con el pie d sobre la camilla, para aducir la cadera se ejerce presión hacia abajo con las dos manos (flechas), una sobre el muslo y la otra sobre la pelvis, tirando en sentidos opuestos. A continuación. Para realizar la relajación, intentaremos separar la cadera empujando suavemente con el muslo contra la mano izquierda unos segundos, tras esto, relajamos y desplazamos suavemente el muslo hacia la aducción de la cadera, con esto elongamos gradualmente el músculo piriforme (ver figura 4).

Estiramientos antes del entrenamiento y de la carrera (ver figura 5).

Estiramientos después del entrenamiento (ver figura 6).

En casos más rebeldes se podría realizar una inhibición del músculo con toxina botulínica durante 4 meses para que el nervio se recupere. La cirugía debe considerarse cuando fracasan los medios anteriores y consistirá en realizar una sección del músculo piramidal, descartando previamente que la causa no esté en otros músculos rotadores cortos, como el cuadrado femoral.