¿Por qué debemos cuidar de nuestra salud oral?


Dra. Carolina Arias Chavarria. Col. Nº 467/Dr. Heberth Aldana Sepulveda. Col. Nº 9001020 . Clínica Íntegra. Estética y salud dental

Print Friendly, PDF & Email
Durante años hemos escuchado frases populares como “la salud entra por la boca”, “somos lo que comemos”, que no están muy lejos de la realidad, y es que la evidencia científica ha demostrado la fuerte asociación que hay entre enfermedades orales, especialmente la enfermedad de la encías, y enfermedades sistémicas, como enfermedades cardiovasculares, complicaciones del embarazo, diabetes o artritis.

La principal causa de la enfermedad periodontal (piorrea) es el acúmulo de una biopelícula bacteriana (placa, sarro, cálculos) que progresivamente destruye los cimientos del diente. Son bacterias con un alto potencial destructivo y con capacidad de viajar a través de los vasos sanguíneos desde la boca hasta órganos distantes como el corazón, hígado, pulmones, y capaces de generar productos tóxicos con repercusiones en el endotelio (pared de los arterias) que finalmente afectan el funcionamiento del organismo.

Una inadecuada higiene oral, salud oral deficiente y la no visita regular al odontólogo, aumentan la posibilidad de que las bacterias ejerzan un efecto negativo sobre la salud general.

Enfermedades crónicas y la enfermedad periodontal

Estudios científicos de hace más de 20 años demuestran la relación directa que hay entre una pobre salud oral y en especial la enfermedad periodontal con la posibilidad de sufrir infartos cardiacos, empeoramiento de la diabetes, al igual que complicaciones en el embarazo como Pre-eclampsia (aumento de la tensión arterial, junto al de proteínas en la orina y edemas en las extremidades), parto prematuro, bajo peso al nacer, y más recientemente se ha visto como las toxinas bacterianas de origen oral afectan a los vasos sanguíneos.

Esta relación se debe a que nuestros sistemas están intercomunicados y no resulta difícil entender que las bacterias de la boca sean capaces de viajar a través de la sangre y afectar a otros órganos, la masticación y el cepillado de dientes pueden generar que dichas bacterias entren al torrente sanguíneo produciendo bacteriemias de bajo grado (presencia de bacterias en la sangre), pero que acumuladas en el tiempo pueden tener efectos negativos en la salud general, y más aun en pacientes con algún compromiso sistémico.

Por eso resulta de vital importancia tener una adecuada salud oral y la boca libre de bacterias patógenas.

Resulta lógico pensar que una boca libre de enfermedades reduce la presencia de bacterias malignas, disminuyendo la inflamación local y sistémica, aminorando los riesgos de padecer o empeorar enfermedades crónicas.

Como conclusión, para prevenir la parición de enfermedades sistémicas y orales recomendamos mantener una adecuada higiene oral, visitas regulares al dentista y más si se detectan signos de tener afecciones de las encías como sangrado, mal aliento y movilidad de piezas dentales.