La Organización Mundial de la Salud define los cuidados paliativos como aquel «enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y del alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana, la evaluación cuidadosa y el tratamiento del dolor y de otros problemas físicos, psicológicos y espirituales».
Los principios sobre los cuidados paliativos son:
• Proporcionan alivio del dolor y otros síntomas e integran los aspectos psicológicos y espirituales de los pacientes.
• Afirman la vida y consideran la muerte como un proceso normal, dentro de aquella, los cuidados paliativos ni adelantan ni posponen la muerte.
• Ofrecen un sistema de soporte para ayudar a los pacientes a vivir tan activamente como sea posible hasta la muerte.
• Ofrecen un sistema de soporte para ayudar a la familia a adaptarse durante la enfermedad paciente y en el duelo.
• Utilizan una aproximación de equipo para responder a las necesidades de los pacientes y sus familias, incluyendo soporte emocional en el duelo, cuando esté indicado.
• Mejoran la calidad de vida y pueden también influenciar positivamente en el curso de la enfermedad.
• Son aplicables de forma precoz en el curso de la enfermedad, en conjunción con otros tratamientos que pueden prolongar la vida, tales como quimioterapia o radioterapia, e incluyen aquellas investigaciones necesarias para comprender mejor y manejar situaciones clínicas complejas.
Equipo multidisciplinar bien coordinado
Hasta hace pocos años, los cuidados paliativos se prestaban a pacientes oncológicos terminales, pero actualmente hay acuerdo unánime de la comunidad científica sobre la extensión a enfermedades crónicas avanzadas y progresivas con un pronóstico de vida limitado incluyendo la edad pediátrica y la adolescencia. Los cuidados paliativos pediátricos y adolescentes son de gran complejidad y deben tratarlos profesionales con una formación específica que realicen una atención adaptada en cada momento a la situación, en cualquier nivel asistencial y a lo largo de todo el proceso evolutivo.
Para prestar cuidados paliativos de calidad es preciso un equipo multidisciplinar bien coordinado, con intervenciones flexibles y actitudes proactivas y preventivas.
Todas las decisiones deben realizarse con la participación activa de la unidad paciente /familia-cuidador y respetando sus preferencias.
Cuidar de pacientes que están al final de la vida supone una carga tanto física como emocional con consecuencias negativas para la salud del cuidador o cuidadores, por lo que es necesario prevenir, detectar y tratar de manera precoz los problemas de sobrecarga y contribuir al reparto equitativo de los cuidados.
Se estima que, aproximadamente, 40 millones de personas en todo el mundo precisan cada año cuidados paliativos debido a enfermedades oncológicas y no oncológicas. Sin embargo, a nivel mundial, solo el 14% de las personas que los necesitan reciben estos cuidados.
AUTORES
María José Anoro Casbas. Supervisora enfermería especialidades médicas. Hospital San Jorge. Huesca
Paula Omedas Bonafonte. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Melody García Domínguez. Residente Cirugía General. Hospital San Jorge. Huesca
Lara Aparicio Juez. Residente Urología. Hospital San Jorge. Huesca
María Marín Ibañez. Enfermera del Servicio Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca
Mariela Olivari Montoya. Enfermera especialidades médicas. Hospital San Jorge .Huesca
Antonio García Domínguez. Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Severo Ochoa. Leganés. Madrid
Alejandra Utrilla Fornals. Médico Interno Residente Servicio Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital San Jorge (Huesca)
Francisco Javier García Alarcón. Médico de Servicio de Urología. Hospital San Jorge de Huesca
Carmen Jimeno Griñó. Residente Medicina Interna. Hospital San Jorge. Huesca