La artrosis es una enfermedad degenerativa, que destruye poco a poco el cartílago que recubre los huesos. Puede afectar a muchas articulaciones siendo mas frecuente en columna, rodilla, cadera y mano.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
El principal síntoma de esta enfermedad es el dolor, generalmente intenso, profundo y mal definido. Suele empeorar a medida que se realizan esfuerzos, siendo más molesto al final del día. A medida que avanza la enfermedad se pueden objetivar deformidades osteomusculares.
¿Cómo se hace el diagnóstico de la enfermedad?
No hay una prueba diagnóstica concreta que nos permita hacer un diagnóstico certero. La historia clínica, la exploración física adecuada y las pruebas de imagen como la radiografía y la resonancia magnética son los pilares fundamentales para el diagnóstico.
En la exploración solemos objetivar deformidades, limitación de los movimientos con la presencia de sonidos de roce o chasquidos articulares. En las radiografías y / o resonancia magnética se pueden observar alteraciones del espacio articular con presencia de osteofitos en los extremos de la articulación pudiendo llegar en fases avanzadas de la enfermedad a deformar las estructuras osteocartilaginosas sin poder apreciarse correctamente los contornos óseos.
¿Tiene tratamiento?
Se trata de una enfermedad degenerativa para la que no disponemos de un tratamiento eficaz capaz de “curarla”. Los tratamientos existentes van encaminados a enlentecer el progreso de la enfermedad y a aliviar el dolor. La fisioterapia y la rehabilitación son de ayuda así como el tratamiento farmacológico con paracetamol y antiinflamatorios.
A nivel local, en las articulaciones afectas se pueden realizar infiltraciones que pueden mejorar mucho la sintomatología y el dolor. El ácido hialurónico y la terapia con plasma rico en plaquetas intraarticular son dos terapias que permiten mejorar la clínica del paciente.
¿Qué puedo hacer para obtener un alivio del dolor? La radiofrecuencia
Ademas de los tratamientos farmacológicos y las infiltraciones con ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas, existe una técnica que es capaz de aliviar el dolor en pacientes que no han tenido una adecuada respuesta a los tratamientos anteriores. Se trata de la radiofrecuencia, una técnica mínimamente invasiva que consiste en aplicar una corriente de alta frecuencia a través de una cánula (aguja) que se coloca en el lugar responsable del dolor, generalmente bajo visión directa con radiografía o ecografía. Esto, permite generar calor y aumentar la temperatura en la zona, consiguiendo aliviar el dolor mediante la interrupción / modulación en la transmisión del estímulo doloroso.