Aunque todavía con muchas reservas, la sociedad va prestando creciente atención a esa realidad insoslayable que es fruto de nuestra intrínseca fragilidad biológica: la discapacidad intelectual. No ha sido líder, precisamente, la comunidad neurocientífica en el estudio de esta condición humana. Las primeras aportaciones vinieron del campo de la psicopedagogía...