Fibromialgia versus Fatiga Crónica


Dr. Félix Zubiri Sáenz

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Aquellos que nunca han estado enfermos son incapaces de empatizar con las desgracias de otros (André Gide.Diarios. 1930)

La Fibromialgia fue identificada en 1904 por Sir William Gowers, quien la denominó fibrositis y la describió como un cuadro de reumatismo muscular con zonas dolorosas a la presión, sensación de fatiga y trastornos del sueño. Durante muchos años este término abarcó (y se confundió) con diferentes enfermedades reumatológicas.

El término Fibromialgia se utilizó por primera vez en 1975. Este vocablo proviene de la raíz fibro (fibra), myo (músculo), ia (condición), algos (dolor). La denominación sigue siendo discutible, pues no está claramente establecido que sean las fibras musculares las relacionadas con el dolor. No obstante, la palabra Fibromialgia es universalmente aceptada.

Epidemiología y Frecuencia

La frecuencia de éste síndrome se sitúa entre el 2-3% de la población (hasta el 4% en algunas series). La edad de aparición acontece entre los 30-50 años. Afecta fundamentalmente al sexo femenino (80-90 % de los casos) con una proporción de 8 a 1. La alta prevalencia y la elevada frecuencia de esta enfermedad hacen que se esté convirtiendo en un problema sociosanitario importante.

Etiología

En la actualidad se desconoce la causa de la Fibromialgia. Probablemente tenga un origen multifactorial. Investigaciones recientes apuntan a que el dolor crónico y la fatiga, característicos de esta enfermedad, estarían relacionados con la interacción entre el sistema nervioso autónomo, el eje hipotálamo pituitario-adrenal y el sistema inmunológico. El aumento de la actividad simpática con disminución de la parasimpática basal, así como alteraciones genéticas en el transporte de la serotonina, también estarían implicados. No obstante, ninguno de estos hallazgos (muchos en revisión actualmente) han podido explicar completamente la etiología de la Fibromialgia. Estudios recientes de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, y publicados en la prestigiosa revista Rheumatology (Noviembre 2007) sugieren que el dolor podría estar causado por un desajuste entre las neuronas sensoriales y motoras.

Síntomas y cuadro clínico

La sintomatología más acorde con la Fibromialgia es la de un síndrome caracterizado por dolor músculo-esquelético de carácter generalizado, difuso a veces, de evolución crónica, que se asocia frecuentemente con aumento de cansancio, y que se acompaña de rigidez matutina y alteraciones del sueño. También están presentes como problemas “asociados” una mala tolerancia al esfuerzo, dolores articulares, cefalea, síndrome del intestino irritable, vértigo inespecífico, disfunción témporo-mandibular, dismenorrea, cistitis idiopática, sensación subjetiva de hinchazón y fenómeno de Raynaud entre otros. A todo ello se suele añadir con bastante frecuencia un estado depresivo-ansioso.

El dolor domina todo el cuadro: Es intenso y generalizado. Afecta al raquis y a los cuatro miembros. Se localiza preferentemente en región lumbar, cuello, hombros, y rodillas. Empeora con el frío y con el estrés. Un 75% de los pacientes sufren rigidez matutina. Un 40% refieren sensación de 4 tumefacción. El fenómeno de Raynaud y la sequedad bucal se encuentran en el 10% de los afectados. El 80- 90% de los enfermos refieren astenia para realizar ejercicios o trabajos sencillos y manifiestan estar siempre cansados. El 70% tiene dificultades para conciliar el sueño, que además no es reparador. La ansiedad, la depresión y el estrés psíquico son muy comunes (30-70%). Como puede observarse, el cuadro clínico es extensísimo y poco preciso. Se acompaña de una exploración física irrelevante. La observación de unos puntos dolorosos concretos (tender points of fibromyalgia) definidos por el Colegio Americano de Reumatología, son el único hallazgo a tener en cuenta para diagnosticar este proceso. La pruebas de laboratorio y radiológicas son inespecíficas o están ausentes. Quizá por estas circunstancias, la Fibromialgia se considera actualmente como una enfermedad crónica de causa desconocida, donde el dolor es el síntoma más importante.

Diagnóstico

Los criterios del Colegio Americano de Reumatología (en revisión actualmente por grupos de expertos) permiten declarar a un enfermo como Fibromiálgico si presenta dolor generalizado, y al menos 11 puntos sensibles positivos de los 18 posibles que se encuentran repartidos por el organismo, y que han sido aceptados como puntos gatillo o diagnósticos. En muchos casos no es necesario realizar pruebas complementarias puesto que se llega al diagnóstico por medio de una buena historia clínica y de una adecuada exploración física. Cuando haya que realizar aquéllas, será para descartar otros procesos de cara al diagnóstico diferencial. Exámenes de laboratorio y radiológicos esenciales, ayudados por algún test relacionado con esta enfermedad, deberán bastar para emitir un juicio clínico preciso. Esta circunstancia es difícil de entender a veces por médicos y pacientes en una época de alta tecnología como la actual, donde las máquinas y las grandes exploraciones parecen ser más importantes que una minuciosa anamnesis y una correcta exploración. Sin embargo, es necesario que el enfermo entienda estos aspectos, pues cuantas más pruebas se realicen más probable es que alguna de ellas muestre alguna alteración por simple razón estadística aunque el individuo esté sano.

Tratamiento

Es una enfermedad difícil de tratar y no hay evidencias claras de remisión con ninguna de las terapias aplicadas hasta el momento. Por ello los pacientes con Fibromialgia muchas veces se sienten defraudados con la atención médica y recurren a la medicina alternativa.

Educación sanitaria

Se debe informar al enfermo de que la Fibromialgia no es una enfermedad de riesgo vital. No obstante hay que reconocer que actualmente no existe curación y que sólo menos de un 25% de los enfermos consigue que remita el cuadro. Es importante explicar al paciente la naturaleza de su enfermedad y que éste sienta el apoyo del médico.

Valoración de los factores psicológicos

Deben analizarse los posibles problema de la esfera psicosomática. Se han experimentado con éxito técnicas psicológicas para aliviar la tensión psíquica de estos enfermos.

Ejercicio físico

Es conveniente que los pacientes realicen ejercicio aeróbico de baja intensidad iniciados de forma progresiva. También pueden ser útiles programas fisioterápicos, calor, masaje y balneoterapia.

Fármacos

Los fármacos activos sobre el sistema nervioso central son los más efectivos aunque algunos no suelen tolerarse bien. Entre ellos se encuentran la Amitriptilina, la Fluoxetina, la Capsaicina, el Alprazolam, Tetrazepam etc. También el Paracetamol complementado con otras terapéuticas puede ser efectivo.