Gripe, ¿debo de vacunarme?


Sonia Caballero Núñez, Vanesa Zambrana Campos, Cristina Abad Rubio, Isabel Garrido Ramírez de Arellano, Alicia Sanz Cardiel, Lara Aparicio Juez, Melody García Domínguez, Carmen Jimeno Griñó y Paula Omedas Bonafonte

Print Friendly, PDF & Email
La OMS define el virus de la gripe como una infección de tipo viral que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. Este tipo de virus se caracteriza por su capacidad de generar variantes antigénicas, es decir, por su mecanismo que permite al virus variar sus proteínas de la superficie para poder evadir la respuesta inmune del huésped; aparece estacionalmente en los meses de invierno, sobre todo en noviembre y marzo, y de forma epidémica. De este modo, cada año aparece una gran actividad del virus. Debido a su alta transmisibilidad, el virus de la gripe se convirtió en el más mortal del siglo XX, con una mortandad entre 40 y 100 millones de personas.

Existen tres tipos de virus de la gripe: A, B y C. Los tres virus tienen una estructura muy similar, y sus principales diferencias se deben a unas proteínas de la superficie del virus involucradas en la interacción de éste con el sistema inmunitario humano. Existen principalmente dos: hemaglutininas (HA) y neuraminidasa (NA), cada una con múltiples subtipos cuyas combinaciones nos dan diferentes cepas del virus de la gripe. Durante los últimos 30 años, los principales causantes de brotes de gripe en humanos fueron virus del tipo AH1N1 y H3N2.
La gripe suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales. En cada temporada puede afectarse entre un 5 y un 15% de la población. Excepcionalmente, en una pandemia la propagación puede ser muy superior. Estas epidemias anuales causan en todo el mundo de 3 a 5 millones de casos de enfermedad grave y entre 250.000 y 500.000 muertes. Sólo en Europa fallecen entre 40.000 y 220.000 personas cada año y en España las cifras están entre 1.500 y 4.000 defunciones anuales por causas relacionadas con la gripe.
A partir de 1980 se recomienda desde el Ministerio de Sanidad la vacunación anual de la gripe, sin embargo, no es hasta 1990 cuando aparece por primera vez la población diana a la que iba dirigida. Desde entonces ha habido modificaciones de estas recomendaciones hasta llegar a las de hoy en día, donde se recomienda la vacunación fundamentalmente a dos grandes grupos: el primero, personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe; el segundo, aquellas que se exponen al contacto con grupos de alto riesgo dado su peligro de transmisión.

Los casos en los que se recomienda la vacunación contra la gripe son:
1. Personas de 65 años o mayores.

2. Personas menores de 65 años con un alto riesgo de complicación:
• niños/as >6 meses y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares, pulmonares o enfermedades metabólicas,
• obesidad mórbida,
• insuficiencia renal,
• hemoglobinopatías y anemias,
• asplenia (ausencia de bazo),
• enfermedad hepática crónica,
• enfermedades neuromusculares graves,
• inmunosuprimidos,
• implante coclear o en espera del mismo,
• trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras,
• residentes en instituciones cerradas, de cualquier edad a partir de 6 meses, que padezcan procesos crónicos,
• niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con aspirina,
• mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.

3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
• trabajadores de los centros sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria,
• personas que por su ocupación trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos,
• personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o ancianos,
• personas que conviven en el hogar, incluidos niños/as, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo, por su condición clínica especial (citados en el punto 2).

4. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
• personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos: Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local,
• bomberos,
• servicios de protección civil,
• personas que trabajan en los servicios de emergencia sanitarias.
• viajeros internacionales,
• trabajadores de instituciones penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial.

5. Personas que, por su ocupación, pueden estar en contacto con aves con sospecha o confirmación de infección por virus de gripe aviar altamente patogénico, especialmente:
• las personas que están directamente involucradas en las tareas de control y erradicación de los brotes,
• las personas que viven y/o trabajan en granjas de aves donde se han notificado brotes, o se sospecha su existen.

Casos donde la vacunación no está indicada

Como en cualquier tratamiento hay casos en donde la vacunación no estaría indicada, como es el caso de niños menores de 6 meses, personas con alergia al huevo o hipersensibilidad a las proteínas del huevo, los que tengan alergia severa a la vacuna de la gripe y los que tienen una enfermedad aguda con fiebre alta.
Los casos de reacciones graves derivadas de vacuna antigripal son prácticamente anecdóticos, en cuyo caso el efecto secundario más frecuente el escozor y/o dolor en el lugar de la punción que suele durar menos de 48 horas. La fiebre, el malestar o dolores musculares pueden aparecer tras la vacunación y son más frecuentes en niños < 12 años y vacunados por primera vez.
Los anticuerpos que produce la vacuna antigripal disminuyen con el tiempo y pueden no ser suficientes para garantizar la protección al año siguiente. Además, debido a la gran variedad antigénica y a la mutabilidad, ya comentadas, las vacunas deben actualizarse cada temporada y su efectividad dependerá del acierto de la cepa que predomine ese año. La Red de Vigilancia Global de la OMS (110 centros de vigilancia epidemiológica distribuidos por todo el mundo) analiza miles de muestras y hace las predicciones sobre las tres cepas que supondrán una mayor amenaza para la salud en la próxima temporada.
Para evitar un contagio de la gripe, conviene vacunarse en los meses de octubre o noviembre, ya que en estos meses el virus comienza a circular
Las personas incluidas en los grupos ya citados, se le administrará la vacuna de forma gratuita en los centros de salud. Aquellas que no puedan acudir a su centro o que vivan en residencias de ancianos o servicios sanitarios se les hará llegar la vacuna.
En su mayoría, los adultos desarrollan una gran cantidad de anticuerpos tras una dosis. Esos anticuerpos actúan frente a los virus de la gripe que son similares a los incluidos en la vacuna. La efectividad de la vacuna depende de la edad y el estado de salud del vacunado, y la similitud de los virus circulantes y los contenidos en la vacuna.
Incluso en años en que la efectividad de la vacuna antigripal es menor de lo esperado, la vacuna reduce la tasa de transmisión y la gravedad de la enfermedad. Por todo ello, desde el Ministerio de Salud se recomienda a todas las personas de riesgo que se vacunen cada año frente a la gripe.

+AUTORES:

Vanesa Zambrana Campos. FEA Cirugía General. Hospital Reina Sofía. Tudela
Cristina Abad Rubio. FEA Obstetricia y Ginecología. Hospital San Jorge. Huesca
Isabel Garrido Ramírez de Arellano. FEA Medicina Intensiva. Hospital de Barbastro
Alicia Sanz Cardiel. Médico 061 Aragón. UME Sabiñánigo- Unidad de Rescate de Montaña
Lara Aparicio Juez. Residente Urología. Hospital San Jorge. Huesca
Melody García Domínguez. Residente Cirugía General. Hospital San Jorge. Huesca
Carmen Jimeno Griñó. Residente Medicina Interna. Hospital San Jorge. Huesca
Paula Omedas Bonafonte. Residente Medicina Intensiva. Hospital San Jorge. Huesca