Hay diferentes procedimientos que permiten tratar las varices sin pasar por un quirófano o, por lo menos, de una forma muy poco agresiva. Los métodos mínimamente invasivos existentes son, por orden de aparición: la microespuma, la termoablación (láser o radiofrecuencia), las técnicas mecánico/químicas (Clari Vein), y el sellado con cianoacrilato...